‘Cambios obligados’ en Campeche

Especiales, Martes 25 septiembre, 2012 a las 1:44 pm

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De un plumazo, y contra todas las voces, el ‘gobernador arquitecto’, José Ortiz Ávila, ordenó la demolición de uno de los edificios más sobresalientes del periodo colonial de Campeche: el conjunto del viejo Palacio de Gobierno. La medida fue parte de su ‘impulso modernizador’.

El siglo XVIII fue de gran prosperidad para los habitantes de la vieja Villa de San Francisco de Campeche, al grado que, en 1777, el rey de España Carlos III, le concedió el título de ciudad.

Esta circunstancia hizo necesarios una serie de cambios administrativos y, por supuesto, requirió que los poderes político, militar y comercial se concentraran en un solo edificio: se decidió por adosar a la muralla del Baluarte de la Soledad, frente a la Plaza Central, un conjunto que diera cobijo a estas autoridades.

Hoy, este edificio sólo puede observarse en fotografías antiguas, a excepción del edificio central del complejo, que fue reconstruido hace pocos años y que actualmente constituye la Biblioteca Campeche.

El conjunto arquitectónico estaba formado por la Aduana Marítima, la Casa de Cabildo, el Cuerpo de Guardia y las Ataranzas (almacenes militares). De ellos hay evidencias, además de las imágenes, en planos de 1779 y 1788 que dan fe de diferentes etapas de construcción.

Sin embargo, hacia mediados del siglo XIX, con la creación de Campeche como Estado, el Ayuntamiento dejó de ser la autoridad máxima y se hizo necesario nuevas modificaciones para dar cabida al Palacio de Gobierno.

Así, la Aduana Marítima continuó en funciones, pero la Casa de Cabildo se transformó en Palacio Municipal, el Cuerpo de Guardia se convirtió en Palacio de Gobierno, y las Ataranzas también siguieron con el mismo uso.

El Palacio Municipal ocupaba la parte central del conjunto y presentaba en su larga fachada amplios portales en la planta baja y arcadas en la alta. Los arcos de medio punto, sostenidos por columnas de orden dórico, daban al edificio un aspecto armónico la Plaza Principal.

Respecto a la Aduana Marítima, inició su construcción en octubre de 1845, concluyéndose al año siguiente. Originalmente contaba con un solo piso, pero ese mismo año se procedió a construir un segundo nivel, quedando a la par con el Palacio Municipal.

Lo que antes era el Cuerpo de Guardia Principal, se transformó en el Palacio de Gobierno, en tanto que las Atarazanas se convierten en cuartel de gendarmes quedando este bloque de edificios (Palacio de Gobierno y Atarazanas) como un todo armónico y haciendo conjunto con los demás edificios (Palacio Municipal y Aduana Marítima).

Al conjunto de edificios (Aduana Marítima, Palacio Municipal y Palacio de Gobierno) se les denominaba en forma general ‘Palacio de Gobierno’. Hasta 1962 el edificio se encontraba dividido en estas tres secciones y conservaba el viejo esplendor del pasado colonial campechano.

Sin embargo, en 1963 el gobernador José Ortiz Ávila tuvo una brillante idea: eliminar el aspecto ‘antiguo’, de ‘abandono’ y ‘olvidado’ de la capital del Estado para dar paso a un ‘periodo modernizador’.

Luego de proyectar un moderno edificio que albergara a los Poderes del Estado (Actual Palacio de Gobierno y Palacio Legislativo), Ortiz Ávila decidió demoler el antiguo conjunto arquitectónico para poner en su lugar la ‘Fuente de las Estelas’.

“El movimiento revolucionario del país obliga a cambios que corresponden a la estructura democrática”, afirmó en ese entonces. Años después, y ante las duras críticas, el ex mandatario alegó que durante su sexenio nada hizo de mala fe, y que si cometió errores, nunca fueron motivados por la maldad, el rencor o el abuso.