Repeliendo mosquitos

 

 

Texto: Gabriela Aguilar Nah/Fotos: Robin Canul

Una de las características más importantes que con las que debe contar una microempresa es la innovación, debido a que le permitirá poder desarrollarse y ser competencia en el difícil y amplio mercado al que se enfrenta. Esto resulta muy claro para Selva Maya, empresa campechana que produce un repelente natural de mosquitos adicionado con aromaterapia.

La planta productora abrió sus puertas a EL EXPRESO que fue recibido por Margarita Ferrer, directora general de Selva Maya. “Se trata del único repelente que está hecho a base de agua (80% de la mezcla), que va en una solución de Árbol de Neem, se añade citronella, eucalipto, menta, esencia de coco y extracto de aloe vera. Es el único repelente en México que no utiliza químicos añadidos, ni alcohol, ni conservadores o colorantes”, explica. Selva Maya es una bioformulación, es decir, al ser agitadas en su envase, las sustancias que contiene activan su poder insecticida y acción aromática.

Tras año y medio de funcionar como empresa, el proyecto cada vez da pasos más firmes y empieza a despuntar en el mercado mexicano. Cuenta con dos presentaciones que se comercializan: la regular (75 ml) y la infantil (125 ml, y contiene menos mentol y eucalipto); sin embargo, ya trabajan en el proceso creativo y diseño de fórmula de dos variantes más de la mezcla infantil y dos de la mezcla regular, “de las dos variantes ya tenemos una y una listas, con envase y logotipo listos, pero queremos tener el trabajo completo. Hasta que el proceso esté terminado lo lanzamos, no nos gusta hacer las cosas a medias”.

Al tratarse de una microempresa en desarrollo, los retos económicos son grandes, pero es a partir del financiamiento y apoyos gubernamentales que se han abierto paso porque todo este proceso creativo les requiere fuere inversión. Por ejemplo, para el llenado, la empresa cuenta con una envasadora manual comprada a un fabricante de maquinaria en Yucatán, en cuya adquisición se les otorgó apoyo económico de la Secretaría de Desarrollo Industrial y Comercial de Campeche (Sedico). La producción total que han tenido desde que se abrió la microempresa es de 10 mil piezas en total: 5 mil piezas de 75 ml y 125 ml de infantil.

EL DESARROLLO

Crear un producto no es fácil, sin embargo, teniendo los conocimientos adecuados y rodearse de personas que puedan contribuir, es esencial: “La primera mezcla que hicimos para uso personal y familiar terminó siendo una mezcla con el potencial de llegar a un anaquel y dio origen a Selva Maya. Fue un proceso de entre tres y seis meses; como era algo que estábamos diseñando, no había la estructura, registros, ni el orden para decir ‘este es el día uno’. Ya con la estructura y el conocimiento base de la primera fórmula, nos llevamos dos meses y medio (en desarrollar los nuevos productos) porque estamos constantemente probando y rebotando información, asegurándonos de alergias, de duración, etc. y sí se lleva su tiempo”.

El proceso de idear, probar, crear y comercializar un producto les ha llevado aproximadamente cinco meses: “todo va dependiendo del dinero que tengamos al momento”. En este trabajo se involucran directamente Margarita Ferrer, su esposo Miguel Ángel Pérez Santander y el equipo de trabajo de la UNAM que los apoyó en hacer las muestras de la primera mezcla. “Nosotros, como creativos, damos la propuesta y vamos indicando las cantidades y ellos nos rebotan la información y hacemos los ajustes”, comenta.

HACIENDO LA DIFERENCIA

Una de las características de este producto es su agradable aroma: “Generalmente uno se echa un repelente y huele a insecticida; con Selva Maya es diferente, se siente la menta, se siente muy rico el olor”. La mezcla es efectiva, no irrita, no causa alergias, no mancha y es durable. “El gran reto es que dure más sin que le tengamos que meter ningún químico; es el único que no tiene ningún químico en el mercado”.

AGITA, APLICA Y FROTA

Una aplicación de Selva Maya llega a durar hasta cuatro horas si se realiza de la manera correcta: agitar vigorosamente la mezcla para que emulsione, atomizar sobre la piel y frotar para que penetre en los poros. En cuanto a la caducidad “nosotros tenemos que colocar etiquetas por regulación; hemos puesto una caducidad para tomar precauciones, por así decirlo, de ocho meses; sin embargo, aquí tenemos de las primeras mezclas o que tienen más de un año y aún se conservan intactas y funcionando”.

“Somos una empresa responsable y que respeta al medio ambiente. La botella es de PET 100% reciclable, la mezcla no deja huella y el envase es pigmentado porque el ambiente oscuro colabora a que la mezcla dure aún más. Eso en conjunto con las cualidades del neem que evita la descomposición, propagación de bacterias o el cambio de la materia, hacen que el producto sea más seguro y duradero”, afirma Margarita.

Entre las propiedades del árbol de neem se encuentra su efecto antiséptico, por lo tanto, si ya se presentan picaduras de mosquitos, también puede aliviar la comezón e inflamación. En el mercado existen productos que realizan estas funciones por separado; Selva Maya tiene las dos funciones en un solo producto.

LAS BONDADES DE CAMPECHE

El estado representa grandes oportunidades para empresarios y emprendedores, además de que brinda “la tranquilidad de poder establecer una empresa sin pendientes de violencia, sin tratar de estar manteniendo un bajo perfil, de cuidarse de quién está al lado. Además hay personas que te apoyan; yo sólo puedo hablar bien de Campeche”.

Lo más complicado ha sido mantenerse: “Una vez que formalizas como tal una empresa empiezan una serie de cambios que te generan inversión y vas teniendo pendientes y pagos cada quincena o cada mes, una renta, una nómina y todos los demás gastos que implica, entonces el reto es mantenerse, poder tener la estructura para proyectar y ser real a dónde uno quiere llegar y pensar también en que puedes tener ganancias”.

En cuanto a la comercialización, el producto se consigue en las tiendas GES, Súper Campeche, Casa de Artesanías, Casa 6, Atasta, Mahahual, hoteles y puntos turísticos, así como en Mérida, en el estado de Yucatán. El Departamento de Ventas se encarga actualmente de darle seguimiento a las mesas de negociación con cadenas comerciales y de autoservicio nacionales y ya tienen la posibilidad de comercializar el repelente en Monterrey, Guadalajara y Sinaloa. Todo este reciente impulso que ha tenido la microempresa se ha desencadenado con una nota que les realizó el periódico Reforma, de circulación nacional, que los posicionó como una microempresa de rápido crecimiento.

Respecto a sus planes de exportación, Margarita Ferrer nos comenta que la propuesta ha existido desde el inicio, pero se ha visto obstaculizada por el alto costo de los permisos de las regulaciones de la FDA, “por el momento preferimos enfocarnos y crecer en nuestro origen, fortalecernos y capitalizarnos”.

CONTRA EL DENGUE

Al hablar de mosquitos, es difícil eludir el tema del dengue; Selva Maya es un producto que protege de esta enfermedad, se encuentra a la mano y es muy accesible, ya que su precio se encuentra por debajo del costo de otros repelentes. “Selva Maya tiene toda la garantía de proteger contra el dengue sin el pendiente ni el riesgo de estar echándose químicos encima”.

Cuando Selva Maya se encontraba en sus inicios, los colaboradores se unieron a una campaña de concienciación sobre el dengue en la que visitaron jardines de niños mostrándoles a los infantes la importancia de cuidarse de los piquetes de los insectos. Eso sucedió mientras se registraba un alto número de casos que habían alertado a las autoridades de salud y que actualmente también amerita atención. “Selva Maya es un producto con mucha conciencia ambiental y de salud”, concluye Margarita Ferrer.