Casino clandestino operaba ¡desde hace 3 años!

Estado, Domingo 6 julio, 2014 a las 2:17 am
Pantalla. Hacían creer que la casa de juego era una cocina económica

Pantalla. Hacían creer que la casa de juego era una cocina económica

REDACCIÓN
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La euforia del “Texas Hold” al estilo Las Vegas fue abruptamente interrumpido para las 19 personas que se encontraban en el momento del cateo realizado la madrugada del pasado jueves en el predio donde se ubicaban las instalaciones del casino clandestino, en el barrio de Guadalupe.

El modus operandi del negocio comenzó fortuitamente entre amigos, con el paso del tiempo varios grupos de personas arribaban al predio a través de invitaciones.

Primero comenzó a operar entre amigos cercanos, posteriormente se empezó a invitar a más gente, quienes se reunían para echar una manita de póker.

Las primeras invitaciones se reapelizaban a través de llamadas por teléfono, y al estar de moda los torneos de “Texas Hold” que se transmitían a través de canales internacionales de deporte el juego agarró auge.

Las personas comenzaron a llegar en diferentes días de la semana al predio, el cual se ubicaba en la calle 10 por 45, del mencionado barrio, y una vez dentro, ya en el juego, cada quien apostaba la cantidad de dinero que quería de acuerdo a su bolsillo, pero lo mínimo era de 100 pesos.

Para hacer atractivo el casino, se ofrecían refrescos, agua y botanas gratis.

En el caso de las cervezas estaban a 10 pesos y los tragos según el licor, pero los precios eran baratos para que los jugadores se quedaran a pasar un rato tranquilo y agradable.

Las ganancias de la casa eran buenas “El Dealer” o repartidor de cartas, por cada mano o barajada de cartas se llevaban unos 15 pesos, los cuales se sacaban de los plantes de los jugadores, pero también los ganadores en ocasiones daban propina al repartidor.

Dentro de la casa había más de una mesa para jugar, pues el número de personas incrementó conforme su administrador difundía el casino.

Al lugar llegaba cualquier tipo de persona, desde gente común y corriente, hasta servidores públicos, políticos, hijos de funcionarios, en fin, llegaban quienes querían jugar un rato a las cartas al estilo Las Vegas.

El casino no era el único en el barrio de Guadalupe, había otro que operaba de forma más discreta.

El día que la Procuraduría General de la República (PGR) cateó el predio detuvo a 19 personas, entre ellos a seis que fungían entre administradores y empleados, entre los que se encontraba Limberth Castro Góngora, quien era el Dealer o repartidor y cobrador de las apuestas y Rodolfo Gari Hernández, quien fungía como barman y mesero.