La falta de capacitación y de tácticas policiales cobraron ayer la vida de un Agente Especializado de la Agencia Estatal de Investigación y otros dos que se encuentran heridos también estuvieron a punto de morir, ante su descuido por dejarse sorprender por un hombre que apenas días antes asesinó a su propio hijo por la espalda con una escopeta.

Aunque tanto la SPSC como la FGE han presumido la constante capacitación de sus agentes, lo cierto es que sobre el terreno la falta de pericia les hizo perder la vida ante un campesino fuera de sí que los recibió a balazos con su escopeta de monte.

El agente Orlando G.E., mejor conocido como ‘Rambo’, junto a los agentes Daniel E.J. y otro del que no se dio a conocer el nombre, acudieron al ejido 5 de Febrero, municipio de Champotón, para detener al ciudadano M.L.G., quien el pasado lunes le disparó por la espalda a su hijo D.L.V. y lo privó de la vida, para después darse a la fuga.

El presunto asesino era evidentemente peligroso, tenía orden de aprehensión por el probable asesinato de su vástago, y estaba acorralado, perseguido por la policía y vigilado por los vecinos, pero estaba ubicado.

Los agentes de la FGE planearon realizar la detención a las 3:00 horas de ayer, en el predio al interior de la parcela del sospechoso. Trataron de sorprenderlo, pero ellos fueron los sorprendidos: Los recibieron a balazos, un tiro mató a un agente y otros dos hirieron a sus acompañantes.

¿Estaban preparados?, ¿Llevaban chalecos antibalas?, ¿Dispararon algún tiro contra el asesino?, ¿Por qué al sospechoso le dio tiempo de disparar a los tres agentes y pudo salir huyendo como si nada? Son muchas preguntas que el fiscal Renato Sales Heredia no salió a explicar y no aclaró tampoco en el escueto comunicado de prensa que hizo circular anoche su unidad de comunicación social.

Wilmer Delgado.

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