Primero, cuando apareció una narcomanta y hubo un tiroteo, lo negaron todo. Hoy, que logran detener a dos de los miembros de la delincuencia organizada en este municipio, lo presumen como un logro.

Ayer, la gobernadora Layda Sansores dio a conocer que, como parte de las investigaciones en contra del narcomenudeo, la Fiscalía General del Estadao solicitó y obtuvo la orden de cateo para un predio ubicado en el barrio de San Francisco, donde detuvo a dos sujetos en posesión de paquetes y dosis de mariguana y cocaína, básculas digitales, así como dinero en efectivo de las ventas de los enervantes.

Cabe recordar que el pasado 17 de mayo, en un jardín de niños apareció una narcomanta con amenazas de muerte. Unos 10 días después, se desató un tiroteo que resultó con un sujeto herido. En el primer caso las autoridades negaron la veracidad del narcomensaje y lo atribuyeron a una guerra sucia. En el segundo caso, simplemente guardaron silencio.

Este jueves, las autoridades al fin admitieron que en el municipio opera el crimen organizado. Claro, no lo dijeron así, pero dieron a conocer la detención de dos personas parte de una red de narcomenudeo, lo cual termina siendo lo mismo.

Según Sansores San Román, el cateo se realizó el miércoles por la tarde y fueron asegurados los hermanos Jossue David “N” y Samuel Benjamín “N”, ambos de oficio albañil y quienes presuntamente se dedican desde hace varios años al narcomenudeo en esa ciudad y en la zona del Camino Real.

De hecho, Jossue David “N” estaba prófugo desde el 2014, cuando en compañía de cuatro sujetos masacraron a golpes y prácticamente degollaron a César Dzul Ortiz en el bar “La Palapa del Paisa”.

De que el narcotráfico opera en el tranquilo municipio de Hecelchakán, ya no hay ninguna duda.

Redacción.

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