Este será el sexenio de los muertos. No, no exagero cuando hago la aseveración. En este país han matado a 11 periodistas en lo que va el año, la Organización Panamericana de la Salud admite que México está en una situación “extremadamente compleja” como consecuencia de la pandemia en la que no sólo elevaron el número de muertos por el padecimiento, sino que el impacto social y económico ha sido enorme, al extremo de generar 5 millones más de pobres.
A su vez, la Organización Mundial de la Salud dice que el exceso de mortalidad por Covid-19 supera los 626 mil muertos en el país y más de las dos terceras partes del exceso global de mortalidad se concentra en 10 países del mundo, entre ellos México.
Pero si bien de la enfermedad hay poca culpa en el gobierno la responsabilidad si recae en él porque el mal manero ha provocado ya una docena de demandas penales contra el responsable de la política de salud en la pandemia, el Dr. López Gatel por negligencia criminal.
Sin embargo, hay otros muertos de los que tiene más culpa el gobierno federal: 119,802 es la cifra de víctimas de homicidio doloso mientras se contabilizaron 28.5 mil desaparecidos.
Los números aquí son aterradores: con Carlos Salinas hubo en su sexenio 36,433 asesinatos; 50,711 con Ernesto Zedillo; 46,167 en el gobierno de Vicente Fox mientras que con Felipe Calderón la cifra llego a 53,319 como parte de su combate al narcotráfico.
Enrique Peña Nieto primero desestimó el tema, pero ocultarlo sólo logró exacerbarlo y llevarlo al cierre de su gestión a 74,737 casos. Hoy, en este gobierno de López Obrador, el que tenía soluciones para todo, la cifra llega a 119,625 en lo que va de su gobierno y mayo empezó como el peor y tan sólo el primer día del mes hubo 112 homicidios y el fin de semana la cifra llegó a 230 victimas de homicidio.
Pero los muertos no paran. El 3 mayo de 2021 una trabe de la línea dorada del metro capitalino ya no soportó más el peso y la vibración y colapsó provocando el descarrilamiento y desplome de un par de vagones con un saldo de 26 muertos y más de 100 heridos.
La negligencia criminal por la construcción del tren le pega no sólo a Marcelo Ebrard y a Miguel Mancera, jefes de gobierno capitalino, sino que la actual, Claudia Sheinbaum queda exhibida en un peritaje pagado por su gobierno en el que exhibe los errores de una obra que estuvo mal desde el diseño y la construcción hasta la negligente falta de supervisión, provocada por el austericidio criminal impuesto por el presidente López Obrador que lo mismo afectó el manejo de la pandemia, la compra de medicamentos, la cancelación de guarderías, casas de protección para mujeres maltratadas, y ahora a su proyecto de sucesión.
Las muertes se siguen acumulando y no ha habido nadie que acuse al actual gobierno de crímenes de lesa humanidad, como si se hizo con Felipe Calderón.
Los números siguen: han asesinados 229 mujeres en 2022 cifra que no ha rebasado los 251 feminicidios del año pasado. Mientras el 66.1 por ciento de las mujeres mayores de 18 años está sometida a violencia de genero.
En el actual gobierno los asesinatos no paran: en 2020 la cifra alcanzó a 35,644 personas: 88 por ciento hombres, 11 por ciento mujeres. La cifra fue la más alta desde 1990. Sin embargo, el feminicido ha crecido 121 por ciento en 2022…
Por heparina sódica contaminada, murieron 8 pacientes en un hospital de Pemex, en Villahermosa; en 2021 murieron 1,602 niños por la falta de medicamentos para atender sus tratamientos de cáncer.
Pero la negligencia criminal no para: el Tren Maya se soporta, en su tramo cinco, en tierras cársticas que no sólo no toleraran el peso sino que se destruirá el conjunto de ríos subterráneos y cenotes más grande del mundo con 20 millones de años de antigüedad. Si el tren se cae…
En el aeropuerto de la CdMx, el pasado fin de semana, la falta de capacitación y los errores en la reconformación del espacio aéreo estuvieron a punto de provocar una colisión entre dos aeronaves de la empresa Volaris, pero ese incidente se suma a una docena cuyos reportes no se tienen en la bitácora del aeropuerto.
Controladores aéreos han padecido “correctivos” por señalar operaciones fuera de norma o que son poco seguros para el control del tráfico aéreo porque la gente que falta no es contratada o la suplen con personal sin experiencia.
Fallas en radares, no existen planners de respaldo, dividieron la operación del centro de 7 a 14 sectores y eso complicó la eficiencia porque solo dejan a cargo a un operador. Los problemas se han incrementado en 300 por ciento, según el sindicato, por el rediseño aéreo para que pueda operar el aeropuerto Felipe Ángeles además de, por decreto, enviar operaciones a una terminal aérea que no está terminada.
La negligencia en todos los ámbitos pareciera el común denominador del desempeño de la 4T, el problema es que los que pagan los platos rotos somos los ciudadanos y nuestra vida, se quiera o no, está en riesgo.
Francisco López Vargas.
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