El 30 de octubre del 2012 el ex secretario de Salud, Enrique Iván González López, llegó a la alcaldía del municipio de El Carmen. En ese evento se describió como un hombre sencillo y sensible, y aseguró que así se conduciría. Mintió. De ese ciudadano carmelita reconocido por su labor médica, a tres años de distancia hoy lleva en la espalda una tablilla con la inscripción de ladrón y corrupto.

El carácter político de Enrique Iván se forjó en las filas del PAN. A nivel nacional eran momentos de la transición política. Vicente Fox llegó a la Presidencia, y en Carmen por primera vez el PRI perdió las elecciones. Tres años después, González López ganó una diputación en la Isla.

Su empeño político –y un poco de suerte– logró consolidar su cercanía con Juan Camilo Mouriño. Tras la llegada de Felipe Calderón Hinojosa a la Presidencia de México, Enrique Iván fue promovido desde Los Pinos para ser delegado de la Semarnat, iniciando en el 2008. En aquella delegación “el doctor” abusó del cargo. Fue el primer aviso de rapiña del carmelita. En el 2011, la Secretaría de la Función Pública ratificó la inhabilitación de Enrique Iván González López por el delito de ejercicio indebido de atribuciones como funcionario público.

Enrique Iván fue involucrado en una red de corrupción que operó en la delegación Semarnat. Según el informe, su “red de corrupción” se dedicaba a la venta de carbón vegetal de manera ilegal. González fue inhabilitado por diez años para trabajar en el Gobierno Federal y le fue impuesta una multa de 35 millones de pesos. El daño ecológico fue de 930 hectáreas de selva destruidas.

Comprobada la gigantesca corrupción de González López y con los vientos en contra al interior del PAN, éste  renunció a su militancia, sin embargo fue arropado en el PRI. Inexplicablemente el ex gobernador Fernando Ortega Bernés decidió nombrarlo secretario de Salud. El pacto político estaba hecho, al igual que el desastre financiero que hasta la fecha afecta a miles de campechanos que siguen pagando la desmedida ambición de González López.

De inmediato comenzaron a descubrirse las deudas. En el 2012, la Comisión Federal de Electricidad suspendió la energía eléctrica al hospital Manuel Campos, lo que desembocó en el fallecimiento de un recién nacido. Se le debían 564 mil pesos.

Pero también destacó su ineficiencia. Durante su paso por la SSA, el dengue azotó a los campechanos como nunca, y las campañas de fumigación eran muy pocas. Meses después tejió el argumento, por voz de quién lo suplió en el cargo, de que “no hay dinero para fumigar”, esto a pesar que la Secretaría de Salud era la dependencia con el segundo mayor presupuesto del gobierno estatal.

A mediados de marzo del 2012, la segunda parte del pacto fue puesto en marcha. Pero también se escribiría un desastroso final. Enrique Iván tenía la candidatura por el PRI a la alcaldía de El Carmen.

Fue el último año de su pésima gestión como alcalde de la Isla cuando, en cascada, las irregularidades de González López vieron la luz pública. Dejó una deuda municipal de más de 800 millones de pesos, dejando al municipio como el más endeudado de Campeche.

La incapacidad del alcalde llegó al sótano. En septiembre del 2015 estalló el conflicto entre el Ayuntamiento y la empresa Pasa, responsable del servicio de recoja de basura, por el pago de la deuda de 50 millones de pesos. Por semanas no hubo recolecta de basura, por lo que los vecinos hartos hicieron de la puerta de la casa del ex alcalde un enorme basurero.

El desastre político de Enrique Iván tuvo el peor resultado para el PRI. Perdieron la alcaldía de El Carmen. El nuevo presidente municipal, Pablo Gutiérrez, reveló el desfalcó más grande a las arcas municipales de 174 millones de pesos. De aquel doctor “sencillo” no queda nada.

“Soy hombre de resultados, asumiré el cargo con humildad y rectitud”, aseguró Enrique Ivan durante su discurso de toma de protesta como alcalde del Carmen… pero mintió.

Luis Calderón Ferreiro
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Foto:Archivo