
El turismo ha sido, particularmente en los últimos años, una de las principales columnas de la economía nacional. Sin estridencias en sus avances pero con una sistemática continuidad en sus acciones, buen manejo y apoyos para su fortalecimiento y mejores resultados, la “industria sin chimeneas”, el turismo, se ha convertido en una de las más atractivas y redituables actividades de los empresarios mexicanos y extranjeros. Sus inversiones en favor de la ampliación y mayor calidad de sus servicios, permite hoy, con evidencias claras de su progreso, reconocer que el esfuerzo conjunto del gobierno federal y los gobiernos estatales, a través de sus respectivos organismos comprometidos en esa importante tarea, permiten cada vez mejores y más alentadores resultados.
El trabajo no ha sido fácil, la tradicional, cómoda percepción de un Estado generoso, con recursos siempre dispuestos en apoyo del turismo, ha cambiado para bien de todos quienes en esas actividades participan con un trabajo más en conjunto, participativo y corresponsable, donde si bien la función normativa, rectora, del proyecto turístico nacional le compete al Estado, en su diseño, estructuración y aplicación en la realidad de los hechos, la experiencia y recursos económicos de los empresarios de este sector hacen un todo cada vez más efectivo en las políticas de difusión que los organismos gubernamentales llevan a cabo, tanto a nivel nacional como internacional.
Hoy, para orgullo de los mexicanos, como una consecuencia de su capacidad para construir una infraestructura de servicios no solo más amplia, sino de calidad, así como el buen trato que los turistas reciben siempre en nuestro país, son significativas las palabras del Presidente Peña Nieto al respecto: “pasamos de recibir 23 millones en 2012, a 35 millones en 2016, seguiremos apoyando al turismo…”
Particularmente en estos tiempos que se viven en México, respecto a la economía, valdría la pena conocer a fondo y valorar la importancia de esos avances que en los últimos 5 años ha tenido nuestro país en materia de turismo.
Las cifras son claras evidencias de una realidad de la que nos hemos venido dando cuenta, cada vez más objetivamente: una creciente actividad turística en todo el territorio nacional, con entidades en que esta destaca sobremanera; los apoyos que en consecuencia, económicamente, reditúan a un sector cada vez más mayor de prestadores de esos servicios.
Ese abanico tan amplio y bello que México oferta al mundo con la elocuencia de su pasado histórico, su folclore, gastronomía, monumentos prehispánicos, ciudades coloniales, playas y selvas, artesanías y tradiciones, sus distintas regiones que en su conjunto dibujan un México de excepcional policromía cultural.
El trabajo realizado en equipo, a favor del turismo, y en consecuencia para el fortalecimiento de la economía nacional, se ha traducido en los últimos 5 años en el aumento de 12 millones más de visitantes a nuestro país. Con 35 millones de turistas que visitaron México en 2016, nuestro país pasó a convertirse en el octavo más visitado en el mundo.
Bien han valido la pena las intensas campañas de promoción y difusión de la oferta turística mexicana en el gran mercado internacional. Eso nunca ha sido un gasto sino una muy redituable inversión del Estado y los empresarios del ramo por sus generosos beneficios.
Llama la atención junto con la llegada de turistas extranjeros, la notoria presencia de una gran cantidad de turistas nacionales que viajan para conocer y admirar las bellezas, que como en sus respectivos lugares de origen, tienen las demás entidades de la República.
La inversión, tanto a nivel federal como estatal ha sido sin presente. Datos recientes sobre el empleo señalan que 1 de cada 6 empleos, lo genera la actividad turística; el impacto que en favor de la economía nacional representa esta actividad se resalta en los ingresos por divisas: en el 2016, los visitantes internacionales generaron 19.6 mil millones de dólares, 54.2 por ciento más que en el 2012.
En el tren, cada vez mejor, del desarrollo turístico, Campeche es parte ya de ese ferrocarril moderno, que por toda la geografía nacional ha tendido rieles conectivas, interactivas, comprometidas en cada Estación de paso, a dar evidencias solidas de un articulado proyecto que requiere de todos los mexicanos, pues sin su colaboración los avances serían muy limitados.
Alienta observar el creciente número de visitantes extranjeros y nacionales en nuestro estado, principalmente en ciudad del Carmen, y en la capital, San Francisco de Campeche. Habría que ampliar esa muestra representativa al universo completo de todos sus municipios, con sus particulares atractivos.
Aquel ayer del quehacer turístico local, de llegar y casi de inmediato salir para Mérida o Cancún, poco a poco, afortunadamente, ha ido disminuyendo en favor de más días de estancia en Campeche.
Una visión empresarial más joven y dinámica en el quehacer de la oferta turística; un serio y bien estructurado proyecto del gobierno estatal al respecto; continuados y solidos apoyo federales, se han traducido en incuestionables evidencias de alentadores avances cuyos beneficios, sin duda apoyaran a la economía de Campeche y serán parte importante del proceso integral de desarrollo que se propone lograr la presente Administración estatal.