Cuando la razón se sacó un diez

Afectados. Cientos de alumnos perdieron clases durante varios días.

REDACCIÓN
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La presión social llevó al desenlace anhelado. Las escenas de niños realizando ceremonias cívicas y tomando clases incluso en los bajos de los palacios municipales, así como las crecientes manifestaciones de inconformidad y reclamos de padres de familia, obligaron a que los integrantes del movimiento Base Magisterial Democrática de Campeche (BMDC) firmaran el acuerdo con el Gobierno del Estado y la dirigencia de la Sección IV del SNTE el viernes pasado.

Tal y como lo publicó EL EXPRESO, las imágenes de los alumnos de varias primarias de los municipios de Hecelchakán y de Calkiní intensificaron la presión contra los disidentes. El viernes en la madrugada, con la presencia del gobernador Fernando Ortega Bernés, los integrantes de la BMDC y padres de familia opositores a la Reforma Educativa firmaron el pacto con el que se dio fin al conflicto y se garantizó la entrega de las escuelas en paro y la reanudación de clases el lunes en todos los planteles.

El documento contiene 14 puntos entre los que se reitera la garantía a la gratuidad de la educación y el respeto a los derechos laborales del sector magisterial, así como el compromiso de seguir avanzando hacia una educación de calidad. Entrevistado al respecto, el gobernador Fernando Ortega indicó que con el acuerdo alcanzado, los docentes disidentes se comprometieron a reponer las clases perdidas.

Indicó que fue una reunión de compromiso en la que todas las partes involucradas mostraron humildad, capacidad de negociación, sin tratos bajo la mesa. “Se habló claro, nos escuchamos, nos hablamos, nos reconocimos tristes por lo que ha pasado, pero también nos reconocimos en la necesidad de normalizar las escuelas donde no ha habido actividades escolares, a la brevedad posible”.

Ortega Bernés se lamentó con los campechanos y ofreció “una disculpa sentida por los sucesos, los sufrimientos y las afectaciones que se dieron (durante el paro)”.

Entre los 14 compromisos firmados están que ningún maestro “perderá empleo, categoría, nivel salarial o prestaciones, salvo que exista causa justificada”, que “las evaluaciones no serán un examen” sino más bien “procesos que considerarán todos los aspectos de la función docente, así como los contextos demográfico, social, económico y demás condiciones que intervengan en el proceso de enseñanza-aprendizaje”, según dice el documento.

Otro punto es que “maestros y padres de familia se comprometen a entregar las escuelas que se encuentran en paro por sus inconformidades con la Reforma Educativa, al día hábil siguiente del presente acuerdo”. El Gobierno del Estado reiteró también “el compromiso de que no habrá afectaciones legales-administrativas ni económicas en su desempeño como docentes, con motivo de las inconformidades expresadas”.