Tras el robo de las limosnas, el párroco de la iglesia del barrio de San Francisco recibió una carta en la cual le pedían perdón y en la que también lo amenazaban. Pero el padre no fue la única víctima, ya que de igual manera otras cuatro llamadas de extorsión telefónica se recibieron sin que ninguna persona depositara dinero.
Como se informó, el sacristán de la iglesia de San Francisco se percató del robo de las limosnas de cuatro alcancías. El hecho fue reportado al párroco, quien no levantó denuncia ante el Ministerio Público.
El Martes, el mismo párroco recibió una carta en la que le pidieron perdón por el robo de las limosnas, sin embargo, al final de la misma lo terminaron amenazando.
Tras el hecho, el párroco entregó el documento a las autoridades de la Fiscalía General del Estado.
Por lo que respecta a las llamadas de extorsión, la primera se registró el martes a las 12:00 horas, cuando una mujer recibió el telefonema del número 981 167 4703, donde su supuesta hija la llamó diciendo que estaba secuestrada.
Al agarrarla por sorpresa, la mujer llamó a su hija con su nombre, después le colgaron y otro sujeto le marcó pidiendo 500 mil pesos en efectivo, de ahí la cantidad bajó a 100 mil, por último la persona colgó y llamó a la autoridad.
Otra llamada fue reportada a las 12:45 horas en el barrio de San Román, donde otra mujer pidió el apoyo de los elementos de la Policía Estatal Preventiva después de que le llamó su supuesta hija solicitándole dinero. El telefonema fue del mismo número que en el primer caso.
El miércoles, alrededor de las 01:30 horas se recibieron otras dos llamadas de extorsión. La primera fue en un hotel en Seybaplaya, donde un supuesto comandante “Parra”, del grupo de los Zetas, le pidió dinero por protección a cinco empleados de la empresa Diagnostico Imisa.
Las llamadas fueron de los números 481 111 5274, 922 114 8008, 786 126 9824 y 551 204 1193.
La última llamada fue a la misma hora que la de Seybaplaya, la cual recibió el encargado de la posada San Román, a quien le preguntaron por un huésped del Distrito Federal, del cual le pidieron todos sus datos, la persona colgó y dio parte a la PEP.
En dos días se han reportado al menos ocho llamadas de extorsión telefónica a las autoridades, pero por fortuna, hasta el momento solo una mujer fue la que depositó 10 mil pesos. En la gran mayoría de los telefonemas se pide rescate por familiares secuestrados.
Jorge Pérez
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