Este fin de semana se llevó a cabo “la siembra de libros” una actividad realizada por la Biblioteca Francisco Sosa Escalante.

En dicha actividad personal de la Biblioteca se encargó de llevar algunos ejemplares a distintos puntos de la ciudad tales como el Parque IV Centenario, el parque de San Francisco, el Parque Principal y el Parque de Guadalupe.

Los libros eran dejados en puntos de mayor visibilidad para que los ciudadanos que transitaban por el lugar los pudieran leer.

Y resulto con buena aceptación, ya que las personas se quedaban viendo el libro, se sentaban y finalmente se ponían a leer; por escaso 30 minutos la persona no soltaba el libro, esto daba referencia de que nuestra sociedad campechana tiene el habito de leer pero por cuestiones de tiempo han dejado de lado el cultivar del mismo.

No solo fueron personas adultas y jóvenes sino los más interesados fueron los pequeños quienes en un grupo de 4 integrantes se sentaban para revisar el cuento, incluso algunos comentaban de que les gustaría que nuevamente se vuelva a repetir la acción ya que muchos no pueden ir a la biblioteca.

Entre los libros que se estuvieron “sembrando” estuvieron el cuento y la poesía, y que tuvieron mucha aceptación por parte de las personas.

Algunas de ellas comentaron que estas acciones o actividades son muy benéficas ya que muchas veces por falta de conocimiento o de tiempo no pueden asistir a una biblioteca a darse un tiempo de lectura, el cual como ellos mismos dicen, son de ayuda porque les ayuda para acrecentar su acervo de palabras.

La actividad consiste en que la persona lea el libro, si gusta llevarlo a casa y después regresarlo a donde lo tomo para que otra persona tenga la posibilidad de leerlo y así repetir el ciclo.

Con este son dos años que se lleva a cabo dicha actividad del cual muchos se han convencido de que si funciona.

IDEA IMPORTADA

Este proyecto, proviene de una idea de Estados Unidos y es mayormente conocido como BookCrossing o BC, es la práctica de dejar libros en lugares públicos para que los recojan otros lectores, que después harán lo mismo. La idea es liberar libros “en la jungla” para que sean encontrados por otras personas.

El proceso que se sigue para esta actividad es que la persona que encuentra un libro puede notificarlo anónimamente y también puede, si lo desea, darse de alta en la web.  Una vez dado de alta, podrá a su vez registrar los libros que desee en la base de datos de Bookcrossing. Cuando se registra un libro, a este se le asigna un número. El liberador podrá seguir el viaje de su libro “en la jungla” y leer las opiniones de la gente que ha encontrado el libro, siempre que las personas que lo vayan encontrando lo reporten a la web de BookCrossing.

Eunice Cruz Molina
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Foto:Archivo/Ilustrativa