En 1994, una compañía de Suecia dio nuevo significado a la palabra “diario gratis”, al editar Metro, pensado para su distribución en el transporte público de Estocolmo, la capital del país. Empezaron regalando, todos los días, 40 mil periódicos en una ciudad de 800 mil habitantes. Casi 18 años después, Metro es el cuarto diario en el mundo por número de lectores (más de 16 millones de ejemplares), sumando las ediciones de los 16 países a los que se extendió.
En 2005, cuando ya se hablaba de la crisis de la prensa, decidí aventurarme con El Expreso de Campeche. No fue una aventura sin sentido. Había una realidad. Sentía que esta ciudad necesitaba un medio diferente, que tuviera el mismo rigor y nivel profesional que los que ya había en otros estados del país, enfocado a un segmento de lectores que habían sido abandonados por años.
La historia y los campechanos estuvieron de nuestro lado: somos el único diario a todo color y el periódico de mayor crecimiento en Campeche. Este año sentí lo mismo que en 2005: para la empresa que tengo el honor de dirigir, había otra oportunidad que se abría ante nuestros ojos. Los periódicos, antes que nada, deben atenerse a la realidad.
Y los datos nunca mienten cuando hay que ver qué camino seguir. En 1970, 12 millones de hogares compraban periódico en México. En 1990, esa cifra bajó a 7 millones. En el 2000, eran 4.1 millones. La cifra se redujo a 2 millones en 2012. Pese a la situación adversa del mercado, hay un nicho muy importante: las personas quieren leer periódicos, pero no pueden o no quieren pagarlos.
Un diario gratuito es una opción para un segmento de millones de lectores que por muchas razones se han alejado de los puestos de venta. Es una nueva forma de defender la libertad de expresión y el libre acceso de miles de personas a la información.
En México el fenómeno de los diarios gratuitos ha avanzado de manera silenciosa desde hace 5 años. Pero hay que decir que los dos principales periódicos en la capital del país (Publimetro, con 400 mil ejemplares diarios y MásporMás, con 250 mil) son gratuitos. En Europa y EU son ya una competencia seria para los gigantes.
Los diarios gratuitos son una revelación mundial. Su público tiene una edad promedio de 35 años, mientras el lector de prensa vendida ronda los 55. En México, un diario con precio en portada opera con números rojos sus primeros 6 años.
Así, en plena crisis, surge un modelo de negocios en la industria editorial, que se enfoca en los pequeños y medianos anunciantes, tan importantes y tan poco atendidos en la ciudad. La Opinión, que vio su primer número ayer lunes, es el fruto de esa visión amplia. Buscamos no sólo nuevas oportunidades sino también terminar con la dictadura informativa que muchos medios buscan imponer. Por eso decimos Basta! Nació el primer diario gratis de Campeche.
Una vez más nos enorgullece ser parte de la historia local. 20 mil ejemplares diarios llegaron y llegarán a las manos de miles de campechanos. Esperamos seguir construyendo juntos esta nueva historia.