La actividad turística tiene connotaciones tan especiales que es muy fácil olvidar que es un importante impulsor de desarrollo, crecimiento y genera grandes beneficios sociales a las poblaciones donde se realiza. Definitivamente es un actividad hermosa, quizá eso la haga parecer superflua, pero debemos dar al turismo su merecido lugar como actividad económica y verlo desde la perspectiva de los negocios, inversiones, empleo y desarrollo regional, así como su vertiente de sustentabilidad y sostenibilidad.
Dentro de las diferentes acepciones del turismo está el de congresos, convenciones, viajes de incentivos y exposiciones, que generan un importante volumen de visitantes para los destinos que cuentan con la infraestructura necesaria para su atención y, obviamente, lo promueven en los mercados adecuados para captar los eventos que atraerán los flujos de visitantes al destino.
Los congresos son las reuniones donde principalmente se acude a escuchar conferencias, participar en paneles de discusión y disertar sobre un tema central. Las convenciones son reuniones de colegas o correligionarios que tienen en común una actividad y desarrollan durante varios días un encuentro donde intercambian conocimiento, generan acuerdos o disertan sobre los temas que inciden en su quehacer profesional. Los viajes de incentivos son los premios que le dan a los mejores trabajadores de una organización o empresa, ya sea por sus niveles de ventas, productividad o alcance de metas, se les retribuye con un viaje a un destino atractivo y se les reúne en un evento organizado especialmente para ellos; los ejemplos más comunes son los agentes de seguros, vendedores de autos o productos de belleza. Y por último, las exposiciones son presentaciones de productos, ya sean bienes o servicios, encuentros de negocios y puntos de encuentro para comercializar.
Cualquiera que sea las modalidades de los eventos, estos generan una gran derrama económica en el lugar donde se realizan, desde la utilización de la infraestructura directa como es el centro de convenciones, área de exposiciones, salones de eventos y renta de materiales de apoyo, así como cuartos de hotel, servicios turísticos, transportación terrestre y aérea en su caso, personal de apoyo al evento, guías turísticos y agencias de viaje, entre otras unidades económicas.
Comúnmente el impacto económico es mayor si consideramos que además de los días del evento, tienen estadías mayores por viajes post-convención o interesados en el destino turístico, posteriormente programan viajes específicos para conocer y disfrutar con sus familias durante periodos vacacionales. El efecto es siempre multiplicador y conforme el destino se posiciona en este mercado, se vuelve más demandado y genera círculos virtuosos de crecimiento, además de romper con las estacionalidades de los periodos de mayores flujos turísticos como lo son las vacaciones, ya que estos eventos se pueden desarrollar casi en cualquier época del año.
Otra ventaja es que pueden ser eventos desde una decena de personas hasta miles de gentes, dependiendo del tipo de evento y las capacidades de captación del destino. Lo más difícil de lograr es invertir en la construcción de la infraestructura adecuada y promoverla.
La ciudad de San Francisco de Campeche además de tener fuertes atractivos turísticos por ser una ciudad Patrimonio Mundial de UNESCO, un clima cálido durante gran parte del año y condiciones de seguridad muy apreciables en estos tiempos, cuenta con la infraestructura necesaria para realizar eventos como lo demandan los mercados. El Centro de Convenciones y Exposiciones Campeche XXI (mal nombre comercial si consideramos que el de Mérida se llama Yucatán Siglo XXI), tiene 20 salones, un área de 5 mil metros cuadrados de exposición, y capacidad de albergar en sus diferentes espacios hasta 5 mil personas al mismo tiempo. Sus instalaciones para congresos y exposiciones son modernas y competitivas y, en su debida escala, es uno de los centros de convenciones con mejor infraestructura en el país. Contamos con más de 2 mil habitaciones de hotel, una oferta de 450 asientos diarios de avión hacia nuestra ciudad, servicios turísticos y terrestres de apoyo. Solamente no contamos con algo… ¡Convenciones!
Los principales destinos de convenciones en México como Monterrey, León, Cancún, Puerto Vallarta, Mérida, entre otros, tienen una Oficina de Convenciones y Visitantes (OCV) dedicada única y exclusivamente a promover, gestionar, dar seguimiento y ser el enlace comercial de los prestadores de servicios turísticos para captar los eventos para su destino. Dicha oficina es pagada por los gobiernos locales y en ocasiones recibe recursos de la renta de los centros de convenciones.
Campeche hasta hace poco más de un año, contaba con una pequeña oficina en la ciudad de México para promover el destino para convenciones, ésta era patrocinada por la Secretaría de Turismo estatal y algunos hoteleros locales. Sus resultados, aunque raquíticos, le daban flujo de este tipo de eventos a la entidad. Actualmente existe una sequía que se ha prolongado con respecto a la realización de congresos y convenciones en la localidad, por lo que nuestro costoso y moderno Centro de Convenciones en estos momentos atiende principalmente eventos locales, los que no generan ninguna derrama económica en el sector turístico.
Hay muchas historias de todo lo que hemos dejado ir por falta de promoción y gestión; tan solo como dato, este mes Mérida tendrá tres convenciones cuyo número de participantes es mayor a todo lo que captamos en Campeche los últimos dos años.
Conforme a la capacidad instalada en infraestructura turística y para la atención de convenciones y este tipo de eventos en Campeche, si consideramos el mercado potencial que no capta actualmente pero que si tiene los recursos para competir, la entidad actualmente deja de ingresar una derrama económica de más de 400 millones de pesos al año, solo teniendo en cuenta un aprovechamiento del 20% del Centro de Convenciones. ¡Y después nos preguntamos por qué están enojados los turisteros!