MEGADRENAJE. Si algún tema debe tener toda la atención de las empresas constructoras, las autoridades municipales, estatales y federales y hasta la ciudadanía, es el de la calidad de la obra que contempla el Megadrenaje. Siendo así, ¿Por qué una comisión de Conagua y del Gobierno del Estado tuvieron que retirar cerca de 20 metros de cuadrantes de hormigón reforzado porque no cumplían con los requisitos previstos en la ficha técnica? Ocurrió en el tramo de la Av. Central.
La ficha técnica de este tramo está descrito: Construcción de 1,180m de canal pluvial cubierto a base de concreto reforzado F’c= 300 kg/cm2, con una sección de 6 metros de ancho por 2.60 metros de altura, etcétera, etc.
A Constructores Unidos de Campeche, S.A. de C.V., como a las demás, les proveen los cuadrantes de hormigón, la empresa Terraplenes Armados Internacionales Sa de Cv, con sede en Amatlan No. 158, Col. Condesa, Delegación Cuauhtemoc en el Distrito Federal, propiedad del empresario Jaime Sánchez.
Según un dictamen que no se hizo público, varios cuadrantes ya instalados fueron retirados porque no cumplían con los parámetros de resistencia previstos para su uso. ¿El motivo? El cemento y la grava utilizada para su construcción.
Si algo no puede pasar es que por falta de calidad, en cuestión de meses o un par de años, algunos tramos del Megadrenaje sucumban a la presión del agua o al peso de vehículos que transitan en esas avenidas. La empresa Terraplenes Armados Internacionales Sa de Cv debe estar consciente de la responsabilidad que contempla esta obra y de su importancia para esta ciudad, las autoridades y las empresas contratadas no deben descuidar ni un sólo metro de este proyecto.
Que se haga una supervisión estricta, tanto, que sea directamente proporcional al tamaño de la obra, a su importancia para el municipio, al monto de la inversión y al estrés social que provoca. No hay que cuidar la espalda a nadie, hay que dar certeza de calidad y responsabilidad para eso se les paga a todos, y no es poco.
LAS CENIZAS. Pocas horas después de circular la noticia de la repentina muerte del poeta y ensayista José Emilio Pacheco, trascendió que sus cenizas serían esparcidas en el puerto de Veracruz ¿Por qué allá y no aquí? José Emilio Pacheco fue recibido en marzo del 2010 como un hijo pródigio de Campeche, en la UAC le fue entregado un Honoris Causa y fue atendido como el hombre brillante que fue, pero no siempre su familia recibió el mismo trato.
Hijo de padres campechanos, cuando visitó Campeche ese año, Pacheco pidió que lo llevaran al Instituto Campechano, en uno de los cuadros de honor de esa institución aún estaba la foto de José María Pacheco Chi, su padre, originario de Lerma; su madre era una de las descendientes de la familia Berny, de Palizada. Cercanos a la familia Pacheco-Berny aseguran que el poeta creció alejado y distanciado de Campeche porque su padre, por sus orígenes humildes, a pesar de lo brillante que fue, no encontró espacios para poder desarrollarse, más que su brillantez pesó su origen, su apellido “Chi” era un lastre. La burguesía campechana de principios de siglo XX no admitía que un descendiente de pescadores pudiera encontrar espacio en el elitista Campeche provinciano de entonces. Fue así que sus padres, resignados, se fueron a radicar al Distrito Federal. Con ese sentimiento hacia los prejuicios, con mucho rencor, con la angustia que provoca en una familia sentirse desterrada, creció el poeta en la calle Guanajuato No. 183 de la Colonia Roma.
Pasaron más de 50 años para que el poeta, ensayista y traductor tuviera la oportunidad de reconciliarse con sus raíces. Fue a Lerma, fue a encontrarse con la casa a la que venía para visitar a sus abuelos en los años 50´s hasta que cumplió 19 años. Tras recibir el Honoris Causa, el 3 de marzo del 2010, en sus discursos, la rectora Adriana Ortiz Lanz y el gobernador del Estado, Fernando Ortega, intentaron devolverle lo mucho que se le había arrebatado, y más tarde Pacheco dejó brotar todos sus sentimientos de agradecimiento. En una línea de su discurso dijo mucho: “Un escritor es lo que lee, pero en primer término un escritor es lo que oye, sobre todo lo que escucha en sus primeros años de vida”, esta fue una manera de explicar una distancia de cinco décadas. Su padre, aseguran, no elegía buenos adjetivos para hablar de Campeche, destacado como fue, logró consolidar su carrera militar y alcanzó el grado de general de brigada. Su hijo, nieto de pescadores, ganó un premio Cervantes, nada cercano ha logrado un integrante de la aristocracia campechana que discriminó a su familia. La decisión de esparcir sus cenizas en Veracruz fue de su esposa Cristina. Pacheco murió tras tropezar con sus libros esparcidos en su biblioteca y golpearse la cabeza, falleció convencido de que el secreto de una agradable vejez es aquella que termina cercana a sus raíces.
REPERTORIO.
-La que debe aterrizar en los próximos días en Campeche es la secretaria de Turismo, Claudia Ruiz, según su agenda incluirá una visita por las obras de remodelación que se hacen en el Centro Histórico y evaluar el avance del reamurallamiento de la ciudad.
-Diplomáticos de la embajada de Brasil en México visitaron hace unos días Campeche, tienen previsto realizar aquí, este mes, un encuentro que dará seguimiento a los trabajos de la Comisión Binacional Anual México-Brasil que firmaron ambos gobiernos en Sao Paulo, en marzo del 2007.
-Se acerca la elección interna del PAN para elegir a los nuevos consejeros estatales, nada indica, hasta ahora, que las tribus azules se pongan de acuerdo para aplanar la elección. Se sugiere usar sillas de plástico y no de ningún metal.