Mientras crecen los rumores en el centro del país sobre la próxima e inminente salida de Layda Sansores San Román como gobernadora de Campeche, que debería concluir su mandato hasta el 2027, también se incrementan toda serie de publicaciones que más parecen de fuego amigo entre las corcholatas morenistas exhibiendo las anomalías y corruptelas de la exalcaldesa de Álvaro Obregón.

Tan sólo este fin de semana, tres destacados periodistas publicaron en prestigiosos medios de comunicación, columnas de opinión referentes a la gobernadora de Campeche, sin mencionar los cientos de notas informativas que la ligan a diversas escándalos, desde el narco hasta desvío de recursos.

Uno de ellos fue el columnista Alfredo González, quien en El Heraldo de México publicó su columna de opinión A Fuego Lento, intitulada “Layda con los días contados en Campeche”.

El periodista explica que “su mala gestión como gobernadora, el espionaje, el fuego amigo y su afán por obtener fuero, hacen pensar que es inminente su separación del cargo”. 

“En la 4T y otros círculos de la política cada vez hay más certeza de que Layda Sansores no concluirá su gestión como gobernadora de Campeche en 2027”, escribió González.

Al detallar las “poderosas razones” para esa aseveración, enumera que: 1.- Busca convertirse en la coordinadora de campaña de Claudia Sheinbaum, el próximo año; y 2.- Quiere regresar al Congreso de la Unión para obtener fuero.

Al recordar los últimos escándalos protagonizados por Sansores San Román, el periodista señala que “todo esto, junto con las cuentas pendientes que dejó la “distinguida” militante del partido como flamante alcaldesa de Álvaro Obregón, entre 2018 y 2021, la han convertido en blanco de ataques por parte del PRI, PAN y PRD, pero también (sin que sean públicos) desde el interior de su partido” Morena.

Otra clara evidencia es que, “en días recientes “alguien” de la Fiscalía General y el Poder Judicial las reactivó (las denuncias en su contra), con lo que hacen pensar que hay consigna para pegarle a la gobernadora campechana”, envuelta en la tragicomedia del pleito por la candidatura presidencial morenista.

Otro periodista distinguido que escribió sobre el tema fue Francisco Ortiz Pinchetti, con su columna “Layda y Proceso”, publicada en Sinembargo.mx que, a propósito de la referencia que la gobernadora campechana respecto al prestigioso semanario, del que dijo “está hecho una miarda”, le recordó la publicación de los números 44 y 45 de Proceso, entonces bajo las órdenes de Julio Scherer García, de un amplio reportaje intitulado “La negra historia del Negro Sansores”, cuya principal fuente de información fue el exgobernador José Ortiz Ávila, antecesor del papá de Layda.

“Sansores Pérez es un traidor, un desleal, un bandido. Dos veces ha traicionado al PRI; actuó deslealmente con sus amigos, inclusive provocó por órdenes de Luis Echeverría, la caída de Carlos A. Madrazo; se ha enriquecido cometiendo latrocinios y hasta es autor intelectual de un asesinato”, declaró Ortiz Ávila a Proceso en 1977.

Otro más. Rafael Cardona, en el diario Crónica, publicó la columna “Doble moral, ninguna moralidad”, centrada en la falta de coherencia y verticalidad de Layda Sansores.

Explica que, mientras usa el aparato de justicia y judicial para mantener a raya a los medios y periodistas, a quienes ha acusado de violencia política de género, por otro lado se ha negado a cumplir la sentencia del TEPJF que la condenó por el mismo delito contra diputadas federales del PRI.

Caso similar ocurre con el espionaje. Mientras en su Martes de Jaguar ha expuesto a todos sus enemigos, violando incluso los amparos otorgados a los quejosos para evitar más divulgación de conversaciones privadas, cuando la espiada fue ella enseguida su sobrino, que parte de su familia y gobierno, anunció la presentación de formal denuncia contra Proceso. 

Este mismo periodista narra, por cierto, los problemas internacionales que el tema del espionaje le pueden acarrear, como los conflictos causados a WhatsApp, que es del mismo dueño que Meta, que ya habría iniciado una investigación por el espionaje de que es víctima su app de mensajería.

Eso, y los 200 mdp que obran en denuncia por desvío de recursos en la Álvaro Obregón, hicieron al periodista sentenciar: “Se le acerca la hora al jaguar”.

Redacción.

Compartir