“Cristo murió para darnos vida, vida eterna”, dijo el diácono Juan Isaac Mejía Evaristo durante la celebración de la misa pascual en Catedral, ante una iglesia llena de feligreses quienes acudieron a escuchar el Evangelio.

Durante la homilía, el presbítero recordó que en este Domingo de Pascua Cristo venció la muerte, resucitando de entre los muertos para que los creyentes tengan oportunidad de salvación.

Mencionó que cada una de las personas tiene un alma, la cual Dios dio para que sea salvada y pueda ir a los cielos, y la única forma es a través de su primogénito, Cristo Jesús, quien dio su vida por la humanidad.

“Dios nos dio un propósito, un objetivo, un fin, con nuestra vida. Y nos amó tanto que ofreció en sacrificio a su único Hijo, a Jesús, quien con su muerte y resurrección nos permite limpiar nuestros pecados y tenemos la oportunidad de ser salvos”, dijo.

Pidió a la feligresía a consagrarse y continuar por el camino de la fe, más ante toda la adversidad y la situación que hay en el mundo, como el tema de la pandemia, subrayando que sólo con Cristo se puede acceder a la salvación.

Gilberto Ávila.

Compartir