Huyen los autores del gran fraude

Estado, Lunes 17 noviembre, 2014 a las 3:55 pm
Sinvergüenzas. Directivos de Iusa autorizaron el fraude y siguen en impunidad.

Sinvergüenzas. Directivos de Iusa autorizaron el fraude y siguen en impunidad.

ANA CECILIA GUTIÉRREZ
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Miles de campechanos fueron defraudados por dos vivales que ya se fueron aparentemente sin castigo. Una amplia investigación de EL EXPRESO encontró cómo dos sujetos traídos de Guadalajara, Jalisco, operaron a base de engaños, se hicieron pasar como supervisores de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y se apoyaron en tecnología de punta para embaucar a miles de propietarios e inquilinos de predios con tal de llevarse cuantiosas comisiones con las tarjetas electrónicas que leen el consumo de energía.

La investigación encontró que estas personas operaron en numerosas colonias de la ciudad, pero principalmente de la periferia y que al ver que la respuesta a las tarjetas no era la planeada, comenzaron a defraudar y a obligar a los habitantes a adquirirlas.

Fue el supervisor de la empresa Iusa, Jonatan Benjamín Mancilla Cervantes, y el coordinador del Proyecto Campeche, Fernando Ramos Salido, ambos de Guadalajara, Jalisco, quienes vinieron a la ciudad capital desde hace casi un año y contrataron a 40 promotores con quienes en contubernio realizaron el fraude al falsificar las firmas de poco más de 9 mil campechanos.

Estos dos tapatíos fueron seleccionados por la empresa Iusa para que vinieran a la ciudad capital a encabezar el Proyecto Campeche que consistía en promocionar y hacer que los clientes de la CFE se cambiaron al pago de consumo de energía eléctrica con la “tarjeta inteligente” o electrónica.

Los seis primeros meses, los promotores realizaban las activaciones de manera legal, es decir, acudían a los predios y ofrecían la tarjeta inteligente; su labor era convencer al consumidor de los beneficios que la tarjeta les daba, pero la gran mayoría no aceptaba esta manera de pagar su consumo de luz.

Al ver que se les dificultaba la activación de las tarjetas, cambiaron de método, pues luego se hicieron pasar por empleados de la CFE (aunque no portaban el uniforme) y decían que la CFE iba a cambiar la manera de su pago y era “obligación” que se inscribieran en el sistema y por ser los primeros en aceptarla, no tenían que pagar ni un peso al recibir  la tarjeta.

UNA LAVADA DE CEREBRO

Este método les funcionó, encontró la investigación de LA OPINIÓN, pues luego de la “lavada de cerebro” que les daban a los habitantes de los predios, estos terminaban firmando de conformidad y aceptaban la famosa tarjeta.

Para desgracia de los promotores este engaño sólo les duró por un tiempo, pues luego de que se empezó a consignar en la prensa –incluida LA OPINIÓN- la queja de algunas personas que no quisieron aceptar la tarjeta, comenzaron a falsificar las firmas de las viviendas, esto hace apenas dos meses.

Tan sólo en este periodo de dos meses realizaron poco más de 9 mil activaciones ilícitas, lo que afectó a igual número de campechanos, pues no sólo lo realizaban en la ciudad capital, sino en todo el estado.

Los promotores empezaron a recorrer las calles de la ciudad y las casas cuyos habitantes no se encontraban, eran su blanco. Tomaban dirección, número de medidor y tras llenar demás datos que eran capturados en un iPhone, equipo proporcionado por Iusa, falsificaban la firma de los usuarios y literalmente les aventaban  la tarjeta a la terraza o debajo de las puertas.

Posteriormente realizaban el corte de energía, lo que obligaba a los afectados a acudir a las instalaciones de la CFE  para hacer el reclamo.

De esa manera, personal de la CFE se dio cuenta del fraude que esta empresa, a la que habían contratado, realizaba.

Según versión de un empleado de Iusa, quien brindó a LA OPINIÓN información y documentos que demuestran el fraude, la CFE habló con los supervisores en Campeche a quienes exigió parar este ilícito, pues manchaba su imagen.

Al supervisor de Iusa, Jonathan Benjamín Mancilla Cervantes, y el coordinador del Proyecto Campeche, Fernando Ramos Salido, les importó poco lo que la CFE les dijo y siguieron permitiendo que estos promotores, entre los que se encontraba Ernesto Alberto Alayera Dzib, de 29 años, (de quien se obtuvo su solicitud de empleo) falsificaran las firmas.

Hace unas semanas fueron los directivos de la CFE quienes hablaron con los superiores de estos dos encargados del Proyecto Campeche a quienes les exigieron  que solucionaran el problema y que despidieran a los promotores que realizaban la falsificación de firmas, pero estos hicieron caso omiso a la petición de sus jefes, pues mientras más tarjetas fueran activadas, más ganaban  ellos y los promotores.

Para poder seguir con este fraude, dieron de baja los nombres de los promotores, pero estos, físicamente, siguieron trabajando para Iusa, pues Jonathan Benjamín Mancilla Cervantes y Fernando Ramos Salido les dieron de alta a los mismos empleados, pero  con nombres falsos, así que continuaron con el fraude.

Fueron tantas las personas que se quejaron en la CFE, que esta decidió cancelar el contrato que tenía con la empresa Iusa S.A. de C.V. Ante esto, los supervisores fueron dados de baja, pero ya habían afectado a poco más de 9 mil campechanos en todo el estado.

  • a demandarlos

    Pues es hora de Meter DEMANDAS y EXIGIR la Retribución de MILLONES DE PESOS !!! Órale mis Campechanos !!! Hay que Demostrar Dónde Están los HUEVOS !!!!

  • Gustavo Romero

    Muy desarfortunado incidente, de sujetos que se aprovecharon de la buena fe de los campechanos. Igual de desafortunadas son la redaccion y sintaxis del reportero que ha escrito este articulo… que ya no es requisito el haber ido a la primaria para trabajar en un periodico en Mexico? Porque de seguro este, no paso de segundo año.

  • Sergio Candelario Chi Carrillo

    y los que han tenido que aceptar la tarjeta ,que pueden hacer para cancelarla , y regresar al sistema de recibo otra vez? entiendo que hay cantidad de personas en esa situacion.