Editorial
Editorial
Redacción
@ExpresoCampeche

Las promesas y la crisis en el transporte

Voces, Viernes 26 septiembre, 2014 a las 3:20 pm

Una ligera comparación entre las declaraciones públicas de distintos funcionarios y dependencias de gobierno y la realidad que palpamos los ciudadanos todos los días, nos va a permitir legitimar el famoso dicho popular: del dicho al hecho hay mucho trecho.

El accidente del miércoles, en que un conductor del transporte público de una empresa concesionaria embistió a dos niñas, hermanas, que se dirigían a su escuela primaria, no fue un hecho aislado como muchas veces nos dicen. Es un evento cotidiano en el que incluso se ha dado muerte a muchos campechanos. Y a ellos habría que sumarle los constantes accidentes, las violaciones al reglamento y los riesgos en que se ponen todos los días a los usuarios, como cargar combustible con el pasaje en sus asientos.

Lo grave del caso es que existe un cuerpo legal y un reglamento tanto de transporte como de vialidad medianamente bien hechos. La Ley Estatal del Transporte y el Reglamento de Vialidad son claros… al menos en teoría, porque en la práctica da la impresión de que fueron hechos para que todos los transportistas las ignoren y para que las autoridades las olviden.

¿Pruebas? Hasta el momento ni siquiera un 50 por ciento de las unidades del transporte público de la ciudad han sido verificadas, y de esa mitad un porcentaje mayor no ha sido aprobado. Y mientras los microbuses presentan fallas técnicas, mecánicas, algunas con graves carencias, el Instituto Estatal del Transporte (IET), a cargo de José Antonio Rodríguez Rodríguez, anuncia la eliminación del plazo legal a las empresa concesionarias pues “las verificaciones ahora se realizarán todo el año”.

Ante el accidente del miércoles, fueron muchas las voces que se levantaron para exigir un alto a los abusos de los transportistas. Desde el propio IET hasta partidos políticos y diputados locales.

Incluso el presidente del Congreso, Edgar Hernández, en un acto de coherencia exigió al mismo IET aplicar la ley y anunció una posible reforma a las leyes locales para endurecer los reglamentos y los conductores irresponsables paguen por los daños ocasionados.

Una vida humana o una lesión permanente, un trauma de una de esas dos niñas, es un daño que ni con todo el dinero del mundo se podrá solventar. Si de verdad quieren poner un alto a los abusos, basta con que las leyes actuales se apliquen al pie de la letra, que la corrupción en el IET se acabe, que los patrones sean también responsables con sus empleados y les dejen exigir tiempos imposibles y les dejen de pagar con base en el pasaje abordado.

La crisis del IET es una pirámide enorme que abarca a todos. ¿Hasta cuándo?

TUMBABURROS

Carrera  (Sust. común). Acción de ir corriendo de un sitio a otro. Dícese cuando un cuestionado y repudiado alcalde huye de los medios de comunicación para no responder a preguntas incómodas, aunque sean las preguntas que se hacen sus gobernados desde hace mucho.

Bestia  (Sust./Adj.). Animal cuadrúpedo que se usa para carga. Aplícase a un enorme ferrocarril centroamericano que acarrea migrantes en su paso a México y cuya vigilancia estricta da pie a que los polleros busquen vías alternas… como Campeche.

Inoportuno (Adj. ). Que se realiza o sucede en momentos desfavorables. Dícese del aviso de algunas autoridades climáticas que alertan no de que va a llover fuerte, ¡sino de que ya llovió! Advertencia que ya no sirve más que para justificar una acción retrasada.