Chagui_Santini
En Voz de Chagüi Santini
Chagüi Santini

Conductora de La Merienda, en Telesur. Columnista en Style! Expreso de Campeche

@ChaguiMerienda

Rutas

Voces, Domingo 23 noviembre, 2014 a las 1:16 pm

¡¡¡Hola!!!

Haciendo un análisis de lo vivido en las últimas semanas me he dado cuenta por enésima vez que nosotros los seres humanos tenemos tantas cosas al alcance de nuestras manos y no las valoramos. Transitamos por este mundo como ‘Juan por su casa’ (expresión coloquial alusiva a que nos sentimos a gusto y sin preocupación); caminamos por nuestra ruta diaria al trabajo, nos cruzamos casi la mayoría de las veces con las mismas personas a la misma hora y, por supuesto, convivimos diariamente en la oficina con compañeros que ya son casi parte de nuestra vida, y a veces no les damos la importancia de verlos, pues ya es costumbre.

 Tenemos también una ruta de actividades no laborales: ir por el periódico -si no es de los que cuenta con que se lo lleven a su domicilio-, ir a la gasolinera (por lo regular es la que más cerca nos queda de casa), pasar a la tienda de abarrotes favorita por algo que se nos olvidó comprar en el súper, o simplemente ir a la tienda de conveniencia que con más frecuencia acudimos para adquirir cualquier antojo. En todos los lugares antes mencionados siempre hay un rostro que nos será familiar por la frecuencia con la que acudimos a éstos. Personas que si bien no son parientes o amigos nuestros, se les tiene una distinción diferente a los demás, por llamarle de alguna manera, ya que son las personas que nos proporcionan un servicio y que en algunas ocasiones nos sacan hasta una sonrisa.

No hay que omitir la ruta de actividades que, como padres de familia, hay que ejercer. Las clases particulares, las clases de futbol, de ballet, entre otras. Las actividades personales son una ruta VIP, ya que las disfrutamos como a nadie, situación que deberíamos aplicar a todas las rutas. En esta ruta se incluye ir a hacer ejercicio, salón de belleza o cualquier actividad propia para consentirnos. También en estas rutas tenemos gente que identificamos por la frecuencia con la que acudimos a esos lugares. ¿Cómo nos sentimos cuándo nos enteramos que alguna de las ‘caras familiares’ de las rutas mencionadas ya no está con nosotros? Nos ponemos a pensar en muchas cosas, ¿verdad? Valoramos lo que esa persona hizo por nosotros al darnos el servicio que requeríamos.

Una ruta ajena completamente a la laboral, a la de servicios y a la VIP, es la ruta familiar, supongo a veces la ruta más complicada para algunos. Como se sabe, por instinto y naturaleza, que esa es nuestra ruta de por vida, no valoramos ‘los caminos’ que ésta tiene y por los cuales nos lleva enseñándonos mucho en esta vida. Papás, hermanos, tíos, primos, sobrinos y hasta los buenos amigos se incluyen en ésta.

¿Cuántas veces hemos dejado pasar días por un pleito familiar? ¿Cuántas veces hemos dejado de acudir a una reunión o fiesta familiar porque ahí estará algún pariente que no nos cae tan bien? ¿Cuántos días han pasado desde que conviviste con tu familia más cercana? Hay muchas preguntas que me vienen a la cabeza y las cuáles en estos momentos valoro más que nunca.

¿Cuándo empieza a valorar uno las cosas en esta vida? Cuando la vida misma te enseña de golpe que hoy sí tienes y mañana no, que hoy alguien está junto a ti y mañana no. Tantas cosas que sólo la madurez y la enseñanza bien habida nos dan respuesta.

Hoy por hoy solo sé que, aunque se lea muy trillado, cada minuto en este mundo que vivimos es el más importante porque mañana no sabemos si estaremos aquí. Demos valor y sentido a nuestra existencia.

Les mando un beso. Nos leemos el próximo domingo.

Ba-bye!!!