-Dicen los abuelitos que todo lo que se hace se paga, reportero. Y en política, por lo que veo, los mensajes están a la orden del día.
-¿A qué te refieres, amigo?
-¿No leíste a Carlos Loret ayer?
-Sabes, Manolo, que por obligación leo todas las columnas que aparecen en los medios, sobre todo si tienen vinculación con Campeche y el sureste, pero ya veo a qué te refieres y sí, la verdad es que ese tema ya lo habíamos platicado hace semanas y es normal, era cuestión de tiempo para que se fueran corriendo los detalles del caso Oceanografía y lo de Pemex.
-Entonces, ¿para ti es normal que un diputado federal por Campeche sea tema de su columna?
-No, no es normal. ¿Desde cuando un diputado menor es tema de una columna? O porque está metido en un lío o porque va a ser ungido o premiado y este no es el caso. Lo que veo es que Loret afinó mucho su puntería y aunque tiene imprecisiones en su columna, la verdad es que no tiene desperdicio la columna.
-A ver, explícame…
-Te expongo: El hoy diputado se peleó con Manlio desde la campaña de Peña. Siendo su coordinador en el Senado el campechano le publicó en el diario Reforma una carta en una plana con lo que se ganó la animadversión de Manlio, que en esos días buscaba ser candidato. Además, hubo un pleito con Canek Vázquez, cercano a Manlio, lo que le complicó aún más esa relación.
-Si todo eso lo sabes, ¿por qué no lo escribes?
-El diputado campechano cree que habemos quienes le hemos armado un campaña en contra a pesar de que ni hablamos de él. Sé muchas cosas, pero he preferido no decirlas porque a ratos pareciera que si uno cuenta lo que pasa eso lo pone de un lado u otro, lo que es falso.
-Apedrean al mensajero…
-Normal. La gente cree que puede robar, que puede intimidar, que puede golpear y que si uno lo cuenta el sinvergüenza es el que lo narra, no el que lo hace. Así es de complicado, pero hablando sobre la columna de Loret de Mola, Juan Camilo es verdad que lo apoyaba, pero nunca para ser candidato a gobernador. Juan Camilo tenía una carta bien guardada y esa carta también se quemó en ese accidente porque la llevaba consigo. También es un error pensar que él apoyaba a Mario Ávila, que siempre fue amigo de Carlos.
-Entonces, Iván…
-Mira, esto es política y Juan Camilo tenía claro que el diputado campechano se inconformaría y haría un escándalo y él lo aprovecharía para su causa, no al revés. Juan Camilo tenía la venia presidencial para moverse con libertad en Campeche, así lo hacía. A su muerte, dice el diputado, Manlio medió entre él y Ortega y que se comprometió a dejarle la gubernatura cuando él terminara.
-Esa si está jalada de los pelos, amigo. ¿Cómo se la va a dejar? La gubernatura no le pertenece a Ortega y el compromiso era antes de que Peña fuera presidente, hoy Peña va a decidir independientemente de lo que se haya hablado entonces. La verdad, quien se lo crea demuestra que no sabe de esto.
-Mira, dicen que lo que derramó el vaso fue que el diputado se fue a Alemania y cuando enviaron la ley de Consulta Popular no estuvo para recibirla y se volvió un problema para Manlio. Desde ese día las cosas se le habrían complicado más con el coordinador de la bancada que, según dicen, hizo llegar a las manos correctas un expediente con detalles financieros, fuentes de ingresos y relaciones del legislador, además de un mar de quejas por comisiones anticipadas que se entregaron por obras que nunca se consiguieron.
-Eso supe, pero yo como no tengo nada que dar, pues ni acercarme. Me dicen, te lo dejo de tarea, que varios alcaldes están afiliados con el diputado y que ellos financian algunas de sus cosas.
-Los alcaldes no pueden quejarse. El gobernador ha sido muy claro desde el principio: no tiene candidato y a todos les pidió lealtad y que no enturbiaran el ambiente político. Hoy, más de uno comerá lumbre.
-Oye, ¿te volverán a amenazar por tu columna?
-Mira, amigo, los políticos no entienden. Ellos duran en sus cargos de tres o seis años, pero en cada oportunidad se volverán a topar con quienes seguimos siendo los mismos todo el tiempo. Yo no dejaré nunca de ser periodista, ellos sí dejarán de ser diputados, senadores, secretarios, gobernador o presidente. Cuando terminen siempre nos volveremos a ver y yo seguiré siendo el mismo y haciendo lo mismo, así que sacaré mi silla a esperar ver pasar a todos frente a mi puerta. Así es esto, lástima que no haya madurez en muchos.
-Vaya tema, periodista. Y ya verás para todo lo que va a dar
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ROBERTO CARVAJAL PADILLA
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Alberto Angli Santamaria