Ni el “México, México, México”, o el “Dale Chicharito”, que gritaban un grupo de aficionados del país azteca a la entrada del hotel de concentración hizo que Javier Hernández cambiara el protocolo a su llegada al país

El exjugador del Real Madrid y Manchester United no habló con los medios y se vio en todo momento pensativo y reservado.

La selección mexicana al llegar solo tuvo un contacto con la afición en San Pedro Sula y fue al arribo al hotel, cuando el avión aterrizó hizo los trámites de aduana en la zona VIP, luego de un solo paso subió al autobus, que entró a la pista.

Chicharito se fue en el penúltimo asiento, andaba unos audífonos blancos y no le dirgía la palabra a nadie.

El staff de Grupo Opsa, que le dio seguimiento a la seleccion mexicana, lo alcanzó por primera vez en el peaje del este. Cuando Chicharito se percató de la presencia de las cámaras, ya por el desvío al sector Rivera Hernández, decidió cambiarse de lugar. Primero cerró con la cortina y luego la ver que las cámaras continuaban cerca de él, se hizo a un lado.

Cuando llegó al hotel en una sola ocasión volteó a su derecha, ante la insistencia de algunos camarógrafos que le gritaban “Chicharito” con la idea de verlo. Cabe mencionar que entre el lugar donde estaban saliendo los jugadores, hasta la zona reservada a los medios, había unos 25 metros.

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(Foto: Melvin Cubas)