Denuncian acoso en el Hospital General de Carmen

Atención. Señalan que se debe vigilar más de cerca, pues no es la primera vez.

JOSÉ FUENTES SANTOS
REDACCIÓ[email protected]

Un enojado ciudadano pide al secretario de salud, Alfonso Cobos Toledo, frenar a los doctores del hospital general María del Socorro Quiroga Aguilar de Ciudad del Carmen, que en vez de atender los casos de emergencia, se dedican a enamorar a los familiares de los pacientes.

El sujeto pide, sobre todo, investigar los perfiles profesionales, pues podrían existir depravados sexuales en la nomina del nosocomio.

Encolerizado y furibundo de celos, Jorge Chávez amenazó públicamente  a través de una llamada telefónica que salió al aire en un noticiero radiofónico local con golpear  al doctor José del Carmen Sanguino Pérez, por enamorar a su esposa cuando acudieron a la atención de emergencia de su hijo al hospital general María del Socorro Quiroga Aguilar de la Isla.

Apuntó el cónyuge ofendido que en primera instancia pedirá una reunión con el director del nosocomio Rubén Presuel, para reportar la falta de ética del doctor Sanguino Pérez y pedir que sea sancionado e investigado no sólo este doctor, sino toda la plantilla médica, toda vez que no es la primera vez que se enfrenta a este tipo de situaciones al acudir al servicio médico en esa institución.

Indicó que “con insinuaciones, el doctor Sanguino Pérez pidió a su esposa a que regresara a verlo otro día, lo va a hacer mi esposa, pero irá conmigo y me voy a presentar con el no sólo para hablar, sino para pegarle unas trompadas, romperle el hocico,  porque estoy totalmente indignado”.

Abundó que las autoridades de Salud deben de poner más atención a este hospital, dado que “apesta a azufre, huele a demonio, lo puedo expresar de esta manera, sobre todo en horas de la madrugada en que los baños están llenos de excremento, de material quirúrgico, gasas llenas de sangre y cuanta cosas se puede encontrar en un basurero”.

Denunció además que el servicio es pésimo, no hay medicinas y el trato deshumanizado y poco ético del personal, sobre todo de los vigilantes que se toman atribuciones que solo compete al personal médico.