Ascenso y caída de Uxul

Especiales, Miércoles 29 mayo, 2013 a las 12:43 pm

Alianza. Estelas al pie de edificios del Grupo A que narran el inicio de la historia dinástica compartida entre Uxul y Calakmul. Lleva la fecha de 632 d.C. y muestran a un hombre y una mujer, los dos se miran, son una pareja. Era la hija del rey de Calakmul dada por mujer al gobernante local.

ABEL EFRAÍN DURÁN REYES/Fotos: ROBIN CANUL

Aunque muchos atribuyeron a Uxul profecías relacionadas con el fin del mundo en el 2012, no hay nada más alejado de la realidad. Cuando en 1934 el arqueólogo Karl Ruppert descubrió esa ciudad maya y la nombró ‘Uxul’ (El Último o El Final, en esa lengua), no se refería a clarividencias prehispánicas sobre el Armagedón, sino más bien a que luego de meses en una expedición que partió en mulas desde Chichén Itzá, ya no tenía agua, ni comida y estaba enfermo de paludismo, por lo que ese sitio sería el término de su exploración.

La primera vez que el mundo contemporáneo supo de la existencia de Uxul fue en 1943, cuando la Carnegie Institution of Washington publicó el informe de Ruppert. Desde entonces, salvo los saqueadores en la década de los años 80′s, nadie había entrado al sitio que sólo aparecía en los mapas arqueológicos de Campeche como un pequeño punto pegado a la línea fronteriza con Guatemala y que no representaba más que una pequeña ciudad perdida en la espesa vegetación.

Pero los trabajos de investigación que la Universidad de Bonn, al mando de Nikolai Grube, realiza luego del redescubrimiento de Uxul en el 2005 por el arqueólogo esloveno Ivan Sprajc, han demostrado que la percepción generalizada de una ciudad más bien menor estaba equivocada. Uxul es una urbe maya más grande que mediana al grado que el equipo arqueológico ha tenido que bautizar con nombres mayas a conjuntos arquitectónicos debido a que las letras del alfabeto se les agotaron desde hace mucho.

Según los estudios topográficos y de mapeo, hasta el momento hay 2.5 kilómetros de zonas habitacionales, adoratorios o edificios públicos y privados en ese sitio, pero faltarían al menos otros dos kms. más por registrar.

No se trata de una ciudad enorme, como Calakmul, que tendría una extensión al menos diez veces mayor, pero Uxul habría alojado a 7 mil u 8 mil personas durante un lapso de más de 500 años de historia que son los que se tienen registrados con evidencia arqueológica.

Los registros más tempranos de actividad en Uxul se remontan al siglo III a.C. Se trata de materiales de cerámica del Preclásico Tardío que, sumados a los descubrimientos de la actual temporada -una pintura mural y una subestructura fechados en el siglo III d.C- demuestran que esta ciudad habría nacido desde fechas muy tempranas como un reino independiente, autónomo y que alcanzó un aceptable nivel de desarrollo cultural.

Sin embargo, el verdadero apogeo de Uxul se da a partir del 630 D.C., cuando esta urbe se convirtió en vasallo o aliado de Calakmul, lo que también, a la larga, marcaría su despoblamiento y desaparición.

Mascarón. Altar semiderruido de uno de los reyes de Uxul parado sobre la imagen del dios de la superficie de los lagos, indicando que era dueño de los cuerpos de agua.

Los principales edificios de este sitio, los más importantes y en donde se han hecho los hallazgos más trascendentales, pertenecen a esa época, cuando Uxul formó parte del Estado o esfera de poder de Calakmul.

Aunque el vasallaje mediante la guerra es una posibilidad, Nikolai Grube piensa que más bien se dio mediante una alianza matrimonial. En el Grupo A existen edificios ceremoniales en los que figuran y destacan dos estelas relativamente bien conservadas. En una se observa a un hombre local y en la otra a una mujer foránea, que se miran entre sí.

El arqueólogo alemán piensa que esta es la evidencia de la alianza entre Uxul y Calakmul, pues la mujer podría ser la hija del gobernante de esa urbe, quien la dio a los reyes de la primera para consumar la adhesión de esta ciudad y ampliar su esfera de poder, a partir del 630 D.C. más o menos.

Todas las construcciones posteriores a esa fecha hablan de la influencia que tuvo Calakmul en esta urbe: juegos de pelota, pirámides, tumbas, estelas, adoratorios, etc., todo evidencia el poder que la dinastía Kaan, que gobernaba la mayor ciudad maya de esa época, tuvo sobre Uxul y que se extendió por lo menos un siglo, hasta el 750 d.C.

Pero como toda ciudad maya, Uxul también fue abandonada y, de hecho, fue una de las primeras en quedar desierta. Como en toda esa civilización, el motivo es un misterio, aunque el reconocido arqueólogo y epigrafista alemán tiene su propia teoría.

“Uxul fue abandonada muy temprano en comparación de otras ciudades mayas. Yo pienso que tiene que ver con el fin de la dinastía Kaan en Calakmul, porque esta dinastía real fue derrotada después de un ataque de Tikal (en Guatemala) y los gobernantes de Calakmul fueron matados y así terminó su poder. Aunque Calakmul podía seguir como ciudad, no como centro de poder con mucha influencia”, afirma Grube.

Vestigios. Estela que representa al rey Múuyal Cháak. Narra la visita del rey de Calakmul, Yúuknom Chen, para la fiesta por la mitad de un Katún, en 665 d.C.

Precisa que las conexiones entre Uxul y Calakmul eran tan estrechas, que la élite de la primera ciudad tampoco podía continuar en el poder.

Por ello, a partir del año 750 d.C. los primeros en irse de Uxul y abandonar sus palacios fueron los reyes. Luego, unos 50 años después, también los campesinos, los artesanos, la gente normal, abandona sus espacios.

“Tal vez porque ya no había una administración, ya no había quien podía encargarse del agua. Esos grandes proyectos de las aguadas, hay canales de aguas, hay un sistema hidráulico, necesitan una administración central, si ninguno se encarga de limpiar, de mandar a repararlas, el agua ya no viene, el agua de lluvia desaparece y esta fue la situación en los últimos días de Uxul”, explicó.

La otra gran pregunta es ¿a dónde se fueron los 7 u 8 mil habitantes? La respuesta de Grube fue más aventurada, pues reconoció que sólo se pueden hacer conjeturas: los pobladores habrían migrado más al Norte, al área Puuc o Chenes, donde hacia el siglo VIII se observa un enorme incremento de la población maya.

Tráfico. En los 80′s se dio un gran comercio de arte maya que afectó al menos a 300 pirámides.

EDIFICIOS SAQUEADOS

Los grandes hallazgos que Uxul ha dado como su contribución al entendimiento de los mayas son apenas los restos que dejó la intensa época de saqueo permanente de que fue objeto en la década de los 80′s.

En efecto, durante el recorrido por la zona arqueológica se pudieron contar no menos de 300 edificios con túneles largos y profundos que desenterraron los más apreciables tesoros de la urbe maya.

Según Nikolai Grube, sin embargo, esa época ya pasó. Hoy en día, afirma, se descarta la posibilidad de tráfico en masa debido sobre todo a la inaccesibilidad de la zona y a la protección que brinda la Reserva de la Biosfera de Calakmul.

En los 80′s el comercio ilegal se dio como un ‘extra’ de los comerciantes de madera que contaban en esa época con caminos y grandes camiones para sacar materiales tan pesados como grandes estelas.

Hoy, ni hay caminos ni se permite el corte de madera en el área protegida.

Sin embargo, Grube lamenta que el comercio sí exista en otras zonas, pues la cerámica de gran calidad se vende en el mercado internacional de arte con precios que van desde los 50 mil hasta el medio millón de dólares.

Aunque aquí, “según dicen los chismes”, explica, los pobladores que se dedican a ello sólo obtienen entre 3 mil y 5 mil pesos por parte de un traficante que ubican en la ciudad de Escárcega.