ABEL EFRAÍN DURÁN REYES/Fotos: ROBIN CANUL
EDURAN@MULTIMEDIOSCAMPECHE.COM
A mí siempre me ha gustado la selva y todo lo que tenga que ver con los mayas me apasiona. Esa fue la respuesta de Nikolai Grube, encargado del Proyecto Arqueológico de Uxul, al cuestionarlo sobre su decisión de trabajar en una de las ciudades mayas más inaccesibles de toda la región luego de recorrer miles de kilómetros desde su natal Alemania.
Con orgullo y visiblemente satisfecho por sus resultados, el experto afirma que antes que él y tras su descubrimiento en 1934, nadie más había trabajado en Uxul.
“En abril del 2005 estaba en mi país. Mi colega Iván Sprajc me llamó desde aquí de Uxul por teléfono satelital hasta Alemania y me dijo: ‘Hemos descubierto Uxul, fíjese’… Un mes después entró otra vez y yo con él”, narró Grube.
Dijo que en mayo de ese año hicieron un primer recorrido por el sitio “y me gustó tanto que pensé: hay que hacer aquí un proyecto arqueológico”.
Sin embargo, la seguridad de que estaban en el sitio correcto no llegó sino hasta realizar la primera exploración. “Es una ciudad grande, ni Iván estaba seguro (que era Uxul) cuando llegó aquí, pero cuando vimos algunas estelas que aparecen en el informe de la expedición de Ruppert y Denison de 1934, yo sabía: ‘Estamos en Uxul”.
NO SOMOS CAZADORES DE TESOROS
“Si sólo buscamos tesoros, tumbas y ofrendas, si sólo buscamos lo ‘especial’, entonces nunca vamos a aprender cómo vivía los mayas”, afirma Grube.
Refirió que el interés del proyecto arqueológico que dirige es entender la arquitectura y cómo fue creciendo y evolucionando la ciudad.
“Queremos encontrar las raíces de Uxul, dónde están los asentamientos más tempranos, porque todo lo que vemos ahora es arquitectura del Clásico temprano y tardío, pero se sabe que Uxul tenía también una ocupación del Preclásico; estos fundamentos, estos comienzos del poblado es lo que queremos buscar”, dijo el epigrafista.
Explicó que todos los artefactos, materiales y todos los hallazgos son estudiados y entregados a las autoridades mexicanas, puesto que su objetivo es meramente académico y no sólo buscar edificios espectaculares o tumbas llenas de tesoros.
Sin embargo, señala que los trabajos en las cinco temporadas de campo realizadas en Uxul desde el 2009 han dado buenos resultados.
“Hoy Uxul ha cambiado su posición completamente. Antes era nada más el pequeño espacio en el mapa de los arqueólogos; ahora sabemos de su ocupación, de su importancia para Calakmul, conocemos su tamaño, cuántas personas vivían aquí, sabemos el tiempo de auge de Uxul(…) es un montón de información nueva, hemos hecho una contribución para esta parte de Campeche. En esta zona hasta ahora sólo Calakmul estaba conocido y excavado, pero ahora podemos decir que hay otras ciudades como Uxul que valen la exploración, que tienen riquezas enormes de información, pero también riquezas artísticas”, dijo.
Mientras recorríamos las escarpadas laderas de la pequeña serranía de 250 metros de altura en que está asentada la milenaria urbe maya, el director del proyecto precisó que su intensión es entender mejor la relación entre Uxul y Calakmul.
“Calakmul es la ciudad dominante en esta parte del mundo maya, pero no sabemos exactamente cómo el poder de Calakmul afectó a ciudades más pequeñas como Uxul y esto quiero entender aquí. Queremos ver cómo se cambió la forma de vida, la forma de administración, el patrón de asentamientos y otras muchas preguntas”.
“Supongamos que esto es Calakmul, en el mero centro, me interesan las ciudades alrededor y todas estas ciudades están en la selva; está Oxpemul, Naachtún, La Muñeca… cuando uno quiere entender la extensión del Estado de Calakmul uno tiene que estar muy metido en la selva”, señaló el arqueólogo, quien portaba botas altas y pantalón de gabardina, demostrando su experiencia en la dura vida de las tierras bajas mayas.
USARÁN TECNOLOGÍA DE AVANZADA
Para Grube, que la segunda semana de mayo concluyó su temporada de campo 2013, la número cinco, es indispensable que el Proyecto Arqueológico de Uxul permanezca al menos unos tres años más.
-¿Pero, y luego de este plazo?
“Vamos a extender el proyecto, mudarnos un poco hacia un estudio de asentamientos en la selva, queremos entender cómo vivían los campesinos, la gente simple, los que no tenían grandes palacios como aquí en Uxul”.
Dijo, sin embargo, que esos asentamientos pequeños están bajo la selva y no se ven, por lo que ya prevé el uso de tecnología de avanzada.
Se trata de un estudio Lidar (Laser Imaging Detection and Ranging) y consiste en realizar sobrevuelos en una zona determinada y por medio de rayos equis se hace un mapeo del suelo, penetrando todo a su paso, selva, hojas, tierra, troncos, para crear modelos tridimensionales del piso.
Grube planea hacer esos estudios en una franja de 300 kms. de la selva campechana, en lo que en un tiempo abarcó la influencia de poder de Calakmul.
“Esos mapas de Lidar son tan precisos que se puede detectar no sólo sitios grandes, sino también objetos de 50 cms. de diámetro, o sea muros, elevaciones, pequeñas construcciones(…) Esto nos va a dar la posibilidad de entender cuántas personas vivían en las tierras bajas mayas, cuál era la densidad de la población y de qué vivían, dónde tenían sus campos de cultivo. ¿Vivían como los mayas de hoy o tenían una población más grande?, Es lo que ahora pensamos, pero lo tenemos que comprobar”, refirió.
UNA LUCHA ETERNA
Pocos proyectos arqueológicos en México reciben un presupuesto tan holgado como el que la Sociedad Alemana de Investigación Científica le da a Uxul: 200 mil euros por temporada que, multiplicados por cinco, ya suman de 2009 a la fecha un millón de euros.
Pero no es fácil, Grube lleva un control muy estricto de todos los fondos, pues cada gasto de hasta 30 pesos lo tiene que documentar con recibos y notas.
“Siempre tengo que luchar para conseguir el dinero, ya tenemos para el próximo año, pero yo quiero seguir trabajando aquí unos años más”, dijo el responsable del proyecto.
Afirma que esa organización alemana es la más grande a nivel mundial en cuanto a trabajo científico.
“Como investigador de a Universidad de Bonn tengo que escribir un proyecto, lo evalúan y me dicen si lo aceptan o no lo aceptan. Hasta ahora felizmente siempre he tenido éxito, pero es una lucha eterna”, concluyó.