JOSÉ EDUARDO QUE
REDACCION@MULTIMEDIOSCAMPECHE.COM
Decir que una mente se goza a sí misma y contempla sus objetos, es describir no una experiencia irreflexiva primitiva, sino una experiencia reflexiva muy desarrollada, estas fueron palabras de filosofo británico Samuel Alexander, quien sostuvo que la conciencia que interviene en la relación sujeto y objeto constituye una conciencia de goce, es decir, de la relación que hay entre sujeto cognoscente y objeto conocido.
Sin bien la realidad depende de la reflexión que hace el “yo” de las referencias de sí mismo identificado en los objetos de la cotidianeidad que nos circundan como individuos, resulta de trascendencia mirar a nuestro alrededor para identificarnos en los elementos que conforman nuestro contexto. No exenta de esta visión se encuentra la propuesta de la artista plástica Gina Benítez, quien la noche del sábado pasado presentó la serie “De la vida cotidiana” en la galería de arte Joaquín Clausell.
Con personalidades de la cultura y las artes de la ciudad, en las que figuraron Manuel de la Cruz, Brígido A. Redondo, Martha Pinilla, la artista plástica Leydi Díaz y la pintora Evangelina Lanz Berrón, se dio por inaugurada la exposición ante decenas de personas que disfrutaron de piezas realizadas a la técnica mixta y al óleo sobre tela, predominando conceptos de la vida cotidiana en los cuadros.
La pintora Gina Benítez, a pesar de declararse amateur en el mundo de la plástica, demuestra en su iconografía un lenguaje de lo cotidiano, lo que hace más honesta y sensible su expresión representada en la mayoría de sus obras, que van desde elementos de su realidad como objetos decorativos, juguetes, acciones, actividades colectivas y animales de la región.
Si bien la exposición resulta un poco ecléctica en cuanto sus formas, constituyen una propuesta interesante de admirar y adquirir, como aquella pieza que refleja con una simple máquina de coser la nostalgia de un pasado cotidiano experimentado por la mayoría de los espectadores.