Las afectaciones que están teniendo los artesanos por falta de material para elaborar sombreros finos son demasiadas, por lo que es necesario trabajar en un proyecto que ayude al sector a tener su material y no parar la producción, consideró Marissa Moreno Parrao, directora del Inefaac.

En entrevista, la directora del Instituto Estatal para el Fomento a la Actividades Artesanales dio a conocer que la producción de sombreros finos se ha visto afectada este año debido a que artesanos no volvieron a sembrar palma de Jipi Japa durante los años anteriores, sobre todo en el municipio de Calkiní.

Puntualizó que son cerca de dos mil artesanos los que se están viendo afectados por la escasez de la palma de Jipijapa, y gracias a esto diversos proyectos estén detenidos debido a que está rebasando la capacidad de mano de obra.

Dijo que debido a lo grave de esta situación se trabaja en coordinación con la Sagarpa y el año pasado se hizo una siembra de ocho hectáreas y este año se quiere impulsar entre 15 y 20 hectáreas, pero los resultados se estarán dando en tres años, ya que la materia prima no se puede utilizar en el mismo momento y esto también representa un problema para los artesanos porque bajarán su producción.

Destacó que la otra opción es comprar la materia prima con el estado vecino de Tabasco, pero este material no servirá para la elaboración de los sombreros finos, los cuales se están comercializando en tres mil 500 pesos y representan mayor derrama económica para el estado, ya que la mayoría de los turistas buscan estos sombreros, además de que las grandes tiendas piden estos productos en gran cantidad y no hay para surtirlos.

“La comercialización va muy bien, solo el año pasado se vendieron tres mil 500 sombreros y hoy en día el Fondo Nacional de Artesanía ya realizó un pedido de un gran número así como diversos productores”, manifestó.

Finalmente agregó que se está realizando una campaña de concientización entre los artesanos, haciéndoles saber que esta es su fuente de empleo y la materia prima hay que volverla a cosechar.

Roxana Vázquez Campos
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Foto:Archivo/Ilustrativa