EL UNIVERSAL
Se filtran fragmentos del libro “Adiós, princesa”:
“Se sentaron en un sofá, muy juntos, y yo en un butacón, frente a ellos. Al hablar, Letizia movía las manos tan nerviosamente como en sus peores telediarios”, relata el autor en el libro al que tuvo acceso EL UNIVERSAL.
“Tengo que contarte una cosa, David. Una cosa que nos puede afectar a Felipe y a mí muy seriamente -recitó como si hubiera estudiado la frase; Felipe me miraba y no abría la boca-. Si lo que te voy a contar se llega a saber, es muy probable que esto no siga adelante… Y necesitó tu ayuda. Mira. Hará un año que tuve una intervención quirúrgica en una clínica”, añade.
- Bueno. ¿Y qué? -le espeté.
- Pues que fue una intervención de la que me gustaría que no se supiera nada.
- ¿Y a quién le interesa lo que hiciste hace un año, Letizia? Aún no entiendo cuál es el problema. Además, ¿qué interés tiene una intervención quirúrgica? -algunas veces, uno peca de ignorante, de ingenuo.
- Tuve un aborto voluntario hace un año en la clínica Dator de Madrid.
- Bueno, a ver -dije tras procesar la información durante algunos segundos-. Estamos en el siglo XXI, ¿no? Si no ha pasado nada con lo del divorcio, un aborto… Bueno, muchas chicas han abortado… -mi ignorancia rayaba ya el horizonte de la estupidez.
- No, no, no, David. No lo entiendes -me cortó Letizia con un tono de voz más alto de lo normal-. Si esto lo sabe la madre de Felipe, la boda es inviable.
- Vale, vale. Tranquila. ¿Qué quieres que haga yo?
- Quiero que vayas a la clínica y limpies todos los papeles que hay allí.
- Espera, espera, ¿qué es lo que quieres exactamente?
- Es muy importante -intervino Felipe por primera vez-. Asegúrate de que nadie va a tener jamás acceso a esos datos”.
“No se trataba únicamente de ocultárselo a Juan Carlos, a Sofía y a la opinión pública”, asegura Rocasolano en referencia a los reyes de España. “Yo creía, y aún creo, que Felipe estaba en situación de suficiente fuerza y popularidad como para superar el escándalo. Letizia no es tonta y sabía, como yo, que el problema más grave era la Iglesia”, añade en el texto.
“Según el Derecho canónico, mi prima estaba excomulgada. El canon de 1938 referido a los casos de excomunión es explícito: «Quien procura el aborto, si este se produce, incurre en excomunión latae sententiae». Oficialmente, una pena de latae sententiae sigue automáticamente, por fuerza de ley en sí misma, sin necesidad de declaración por una autoridad eclesiástica”, explica. Es decir, el cardenal casó a una joven excomulgada.
“Letizia podría haber solicitado la absolución a monseñor Rouco Varela, pero por la forma en que se desarrollaron los hechos no creo ni que se planteara seguir esta vía. Una opción demasiado comprometida, además, para el ultraconservador Rouco, el adalid de los antiabortistas, capaz de comparar la interrupción voluntaria de un embarazo con el genocidio nazi. Textual. Si se llegara a saber que Rouco había absuelto a la princesa abortista, hubieran temblado los cimientos de los templos españoles”, asegura.
Capitulaciones matrimoniales
“Puedes firmar lo que creas oportuno, pero respecto a la custodia de menores, lo que aquí se expresa no tiene validez. Eso tiene que dictaminarlo un juez, Letizia. Yo que tu no lo firmaba”. Esas fueron las palabras que el propio David le habría dicho a su prima en el Palacio de la Zarzuela cuando ella le mandó llamar para consultarle el documento.
- Pero cómo te atreves a decirme eso? -perdió el control. ¿Tú qué te crees? ¿Qué soy tonta? David, mira, ¡aquí estamos a lo que estamos!
-Lo que tú digas, Letizia. Estamos a lo que estamos. Firma tú, pero yo no lo firmaba. Además, es nulo de pleno derecho. Es un contrato privado, ni en uno público se puede pactar la custodia de un menor sin pasar por un juzgado, le respondió David. Sin embargo Letizia firmó. “Las capitulaciones son innegociables”, le dijo el príncipe minutos después al propio David.
“Hay que firmarlas tal y como están redactadas. No se puede cambiar ni una coma”.
Boda con el príncipe el 22 de mayo de 2004, que refleja el control que trató de ejercer sobre su familia y en concreto sobre su abuelo, taxista de profesión.
“Como Letizia había previsto, mi abuelo Paco se tomó los dos vinos de la maldición y se echó a la pista de baile. Huelga decir que yo no cumplí con mi misión y le dejé hacer. Las princesas, marquesas, dignatarias o archiduquesas de la alta alcurnia europea se lo pasaron, según mi impresión, muy bien con él. Alguna, en un arrebato de naturalidad, hasta se permitió un baile con el dueño de la pista. Allí estaba el abuelo taxista agarrando férreamente a una princesa por la cintura y sincronizándole las caderas. Aquello era más que gracioso y yo me sentía orgulloso de mi abuelo”, relata en el libro.
“El abuelo Paco estaba incumpliendo una de las consignas capitales: eludir la notoriedad. Ninguno de nosotros debía destacar en nada. Y, de alguna manera, mi misión era la de preservar nuestro anonimato. Fracasé en mi defensa de la dignidad del Estado y permití que mi abuelo bailara. Soy un maldito traidor”, añade.
“Tras media hora de danzas, Letizia se me acercó con una falsa sonrisa”.
-Tienes que parar esto, David -me susurró con fiereza-. Llévate al abuelo a dormir. ¡Ya!
-Leti, no pasa nada. Déjale tranquilo
-Haz lo que te digo. Llévate a la abuela Kety y al abuelo Paco a casa.
La vergüenza de Letizia era notoria a pesar de su sonrisa nada desnaturalizada. Buena actriz. Me llevé a los abuelos, como me había ordenado”, escribe.
-
Jessica Simpson se pone a dieta
La cantante y actriz Jessica Simpson firmó un acuerdo con la compañía de productos dietéticos Weight Watchers por cuatro millones de dólares para bajar de peso.
-
Marc Anthony construye orfanato en Dominicana
El cantante puertorriqueño Marc Anthony comenzó el viernes la construcción del edificio que donará para alojar a la sección masculina del orfanato Fundación Niños de Cristo en la región este de Repúbl...
-
“G.I. Joe” copa taquillas en EEUU y Canadá
Su estreno tardó nueve meses pero la película "G.I. Joe: Retaliation" se apoderó de inmediato del primer lugar en las taquillas de fin de semana en los cines