EL INCIDENTE. El domingo 21 de abril en horas de la tarde en las afueras del estadio Resurgimiento del área del Gimnasio Universitario de Ciudad del Carmen, cinco personas que terminaban de jugar basquetbol en el domo de la cancha universitaria se quedaron en la puerta de esas instalaciones a ingerir bebidas alcohólicas. Minutos después arribó al lugar el camión del equipo de Piratas de Campeche. Los beisbolistas descienden y entran al estadio por la puerta del gimnasio. Los residentes de la Isla que estaban en la puerta insultaron verbalmente a los jugadores de Piratas.
El “batboy” del equipo es el último en entrar al estadio, y su misión era trasladar los bates y arreos del equipo. Y es el momento en que suben de nivel los insultos y el “batboy” le lanza un pelotazo a unos de los que lo agredían verbalmente. El chofer del camión de Piratas y el masajista del equipo piden ayuda al resto de los jugadores que estaban al interior del estadio. Segundos después, más de 10 jugadores salen a la calle a enfrentar a quienes los habían agredido verbalmente. Sobre la avenida lateral al estadio escenifican una pelea callejera reprochable.
EL COMUNICADO. El lunes 22 de abril, a la 15:24 pm, el Club Piratas de Campeche hace público el siguiente comunicado oficial. “El Club de Béisbol Piratas de Campeche, lamenta los hechos ocurridos a las afueras del estadio Resurgimiento del área del Gimnasio Universitario, de Ciudad del Carmen. Reprobamos la agresión a nuestros jugadores por un grupo de personas alcoholizadas. Estaremos atentos y estamos colaborando con las investigaciones que realiza la LMB y seremos absolutamente respetuosos de las decisiones que se asuman.
Reiteramos nuestro respeto y reconocimiento a la entusiasta y conocedora afición del Carmen, que a lo largo de la serie se comportó de una manera extraordinaria y EJEMPLAR, en medio de una atmósfera familiar. El béisbol ganó en una gran serie de mucha calidad y emociones.”
Como se puede leer en ninguna de las 106 palabras que contiene el comunicado, el Club hace mención, ni señala, ni autocrítica la actitud de los jugadores del equipo que actuaron por impulso lanzando golpes, empujones y patadas a quienes el mismo comunicado llama “grupo de personas alcoholizadas”. El Club Piratas lo lamenta pero no se disculpa por la actitud de sus jugadores, lo omite, parece, incluso, que la aprueba, como si los jugadores tuvieran el derecho a tomar justicia por su propia cuenta.
El Club advierte que colabora con la LMB en las investigaciones del incidente y asegura que será respetuoso de la decisión que tomen, lo que en otras palabras quiere decir, si hay algo que investigar aquí que lo investigue la LMB, porque el Club lo único que puede hacer, al parecer, es lamentarse.
REACCIONES. Los videos que fueron divulgados por las redes sociales no tardaron en llegar a los medios de comunicación locales, nacionales e internacionales. La Vanguardia: “Jugadores de Piratas de Campeche agreden a aficionados”; Radio Fórmula: “Investigan a Piratas por agresiones”; Terra: Liga Mexicana investiga bronca en Campeche”; además titulares en espacios deportivos de Tv Azteca, Milenio, Televisa, Telemundo, Univisión y CNN en español. En ninguna de las notas publicadas y comentadas justifican la actitud de los beisbolistas, en todas lo lamentan pero también lo reprochan. La percepción generalizada no beneficia a los jugadores.
EL DEBATE. Opiniones divididas hay muchas, unas a favor de Piratas y otras en contra. Así es el mundo del deporte, así es la afición, es válido y natural, así es el beisbol, el box, el futbol, la lucha y el baloncesto pero en el terreno, en las canchas, en el ring, no en la calle, compitiendo y bateando, no pateando a “alcoholizados”.
Campeche no es el oeste, tampoco es Sinaloa, Tamaulipas ni Michoacán, aquí las cosas se resuelven de otra manera, aquí hay autoridad, este estado no es un rancho, y los jugadores que representan a Piratas, originarios de otros estados del país, tienen que entenderlo, o el Club tiene que hacérselo saber.
Si en algún momento la integridad de un jugador está en peligro la responsabilidad es de dos: de la autoridad policial que para eso está, y del propio Club que debe velar por la integridad de sus jugadores para evitar incidentes como estos.
El grado de civilización de una sociedad se mide por el trato que le da a los provocadores, las consecuencias de dejarse provocar siempre serán mayores a las causas que la provocan. Quien se deja provocar, ya está vencido.
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