Vladimir de la Torre
Golpe de Timón
Vladimir de la Torre Morín
Licenciado en Filosofía y Letras, y master en Comunicación Social por la Universidad de La Habana. Periodista de la Agencia Prensa Latina. Colaborador de diarios de Nicaragua, El Salvador, Chile y Argentina. Investigador para Unicef en España, Jamaica, Inglaterra, Emiratos Árabes Unidos, Italia, y Qatar. Productor y conductor de Telesur.
@delatorremorin

Las alcaldesas

Voces, Miércoles 1 mayo, 2013 a las 12:21 pm

EL PREMIO. Desde la elección del 2012, el secretario de Gobierno, Roberto Sarmiento Urbina, no había tenido una semana tan difícil. La polémica generada en torno a la primera edición del Premio Campeche pareció en los últimos días que rebasaría la capacidad del ejecutivo para llevar a la mesa a quienes estiraban la liga en nombre de una “ciudadanía” invisible que nunca, en ninguna parte del debate originado en el Congreso local, hizo evidente su descontento.

Algunos de los mismos diputados que aprobaron la creación del Premio Campeche y que entregaron a los titulares de los poderes Legislativos, Judicial y Ejecutivo la decisión de elegir al homenajeado se rebelaron contra la decisión. Como todos los eventos conmemorativos de la celebración de Campeche, la entrega del premio quedó planchada de la mejor manera posible para cada una de las partes. Sarmiento Urbina, para inicios de semana, logró lo que hace unos días parecía inevitable. Los diputados de izquierda no irían a aplaudir, con lo que dejaban clara su postura de descontento, pero el evento se realizaría sin que nadie diera un grito o levantara una pancarta, lo que en otras palabras se reduce a “si no ayudas, tampoco estorbes”, así de práctica en ocasiones se manifiesta la política. Los diputados de izquierda lo saben, mucho mejor aún, lo sabe Sarmiento, que una vez más desplegó alfombra sobre piedras. Lo hizo bien, pero es su trabajo.

LAS ALCALDESAS. En ocasiones hasta la confunden en las calles. La alcaldesa Ana Martha Escalante Castillo tiene frente a ella a quién parece llevarle muy bien el paso, su hermana Marigely Escalante Castillo. Son, hasta ahora, las dos cartas más fuertes de la administración municipal, la estrategia de invitar a Marigely al DIF municipal fue buena y lo será hasta que su presencia no termine por anular a la de su hermana electa.

No hay rivalidad, ni hay una sola confrontación, al menos entre ellas, pero entre sus equipos de trabajo ya hay más de un manotazo. ¿Es un riesgo? Sí. Las funciones de cada una están muy claras pero empiezan a aparecer signos de equivocación. Mientras un equipo trabaja para una alcaldesa en funciones, el otro lo hace tan bien, que parece que están impulsando una candidata.

Los cercanos a Ana Martha tienen que cuidarla, tienen que ayudarla a borrar su expresión de preocupación, de aislamiento y de incertidumbre, tienen que trabajar más para hacerla sentir segura y en confianza.

Es inevitable comparar, y es responsabilidad de sus equipos de trabajo que avancen sin que el carisma, la personalidad, de que una termine anulando a la otra. Si al interior del municipio aún nadie ha detectado el dilema, entonces alguien allí no está haciendo su trabajo.

CONGELADOS. En diciembre pasado, una y otra vez las especulaciones en turno a la sucesión gubernamental del 2015 estaban en el punto de mayor efusión. La llegada del PRI a Los Pinos y los nombramientos en las delegaciones federales, en algunas secretarias del gabinete estatal y los pocos que con mayor suerte ocuparon cargos a nivel central en la Federación, sumado a las elecciones de julio pasado, y a la presencia de los campechanos en el Congreso Federal y el Senado, parecía que la carrera era imparable. Diciembre del 2012 parecía la Navidad del 2014. Una y otra vez nombres, cargos, influencias y cada quién hacia su lectura del tarot político local. La clase política campechana parecía partirse en fragmentos. Lo que era peor, daban la impresión de que al actual administración ya había terminado.

La cúpula gubernamental de este sexenio lo sabía y actúo.

El ejecutivo estatal tomó entonces su segundo aire. Una estrategia contempló movimientos internos y externos que fueron robando la atención de los “maratonistas” que se perfilan para la próxima elección.

El regreso de Sarmiento Urbina a gobierno, de Juan Fernando Estrada a Comunicación Social, la llegada de Miguel Ángel Sulub a Sedesore, de Jorge Luis González Curi a Obras Públicas, de Fernando Sadek a Pesca, de Víctor Salinas a Sagarpa, y de Ana Graciela Crisanty al PRI, Jorge Salomón a una Coordinación, y de Vania Kelleher a Turismo, reajustaron los términos en los que se debate. Los intereses, en términos políticos, parecen estar equilibrados, y ahora los “futuristas” son más cautelosos, en tanto logran descifrar quién de ellos está con ellos mismos, y quién con alguno de los demás. Mientras los que aspiran ven pasar los días.