REDACCIÓN
Eran alrededor de las 8:15 horas cuando corredores y caminantes que iban muy cerca de la glorieta a Pedro Sáinz quedaron sorprendidos.
En un hecho inusual en la ciudad, descubrieron a un tiburón hembra muerto; era de la especie Azul, medía casi tres metros de largo y estaba a un lado de la bahía.
El escualo presentaba lesiones en el dorso y fue llevado a un laboratorio para determinar causa de su muerte.
Autoridades de Profepa tardaron dos horas para levantar al animal y fueron ayudadas por un pescador para cumplir su trabajo.
De acuerdo con los hombres de mar, el escualo conocido como “Aletrin” no es común en la bahía de Campeche, pues generalmente se le ubica a unos 180 kilómetros de las costas y a una profundidad de entre unos 30 y 40 metros.
Tras el hallazgo, autoridades de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente sacaron al tiburón, el cual fue llevado al Instituto Nacional de Pesca para que se determinara la causa de la muerte.
Los primeros estudios revelaron que el ejemplar hembra presentaba dos lesiones en el dorso hechas por la propela de alguna embarcación.
Se presume que al estar herido el tiburón fue arrastrado a las costas de Campeche e incluso pescadores manifestaron que fue visto antes por el muelle de San Román.