Transparencia: miedo a informar, terror a reconocer

El tema de la transparencia y acceso a la información pública dará mucho de qué hablar en los próximo meses.

A partir del 4 de mayo pasado, el Congreso del Estado tiene exactamente un año para armonizar ese cuerpo legal a la recién promulgada Ley General de Transparencia y Acceso a la Información Pública.

El tema no es menor. Según la más reciente calificación, la Ley estatal fue la tercera peor del país, pues, entre otros, no permite a la Comisión de Transparencia (Cotaipec) sancionar al ente que no cumpla con sus recomendaciones, tampoco considera a los sindicatos como entes obligados. La lista podría continuar.

Ayer, el presidente de la Cotaipec, Jorge Gasca, reconoció la urgencia de una reforma, pero se dijo en desacuerdo con la calificación otorgada a Campeche por la ONG Fundar. Por su parte, el presidente del Congreso del Estado, Ramón Ochoa, se fue al extremo al poner en entredicho la metodología y los criterios con que Fundar calificó a la entidad, asegurando que el Legislativo cumple.

Los funcionarios, con sus declaraciones, sólo mostraron una cosa:  existe cierta resistencia a la apertura, pero también incomodidad a las malas calificaciones.

Si una ventaja tenemos los campechanos, esa es que ya no es iniciativa propia de los funcionarios locales. Ahora la ley les obliga a reformar la Ley de Transparencia local. ¡Felicidades a todos!