A simple vista parece una fundación altruista de apoyo a mujeres que sufren de violencia; sin embargo, el Observatorio de Violencia Social y de Género de Campeche es una ‘empresa’ que genera ingresos propios y en la cual laboran formalmente siete personas.

Esta organización no solamente ofrece asesoría jurídica y psicológica a mujeres víctimas de un entorno violento, también las capacita para insertarse en el mundo laboral y alcanzar el ‘empoderamiento económico’.

Dichos servicios también se extienden a empresas e instituciones. Así es como se convirtieron en una ‘compañía’ que no recibe recursos de ninguna otra instancia.

“En un estado como Campeche, donde el 90 por ciento de los empleos es generado por el Gobierno, es importante que los egresados de las universidades vean que hay otra manera de trabajar, en algo que sea el principio social de una carrera y que, además, genere ingresos”, sostiene Argentina Casanova, su fundadora.

Contadores, comunicadoras, abogadas y psicólogas se han involucrado para conformar un modelo que puede ser replicable, en el que incluso han logrado encontrar un trabajo remunerado aportado su ‘granito de arena’ a la sociedad.

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