Michoacán tiene que ser ejemplo de lo que no queremos

En Michoacán, desde  el centro neurálgico del surgimiento de las llamadas autodefensas, que  han puesto en jaque a la autoridad del Estado mexicano, el Presidente Enrique Peña Nieto, reunido con todo su gabinete legal y ampliado, presentó ayer una estrategia para poner fin al caos social y a la crisis de seguridad nacional que ha dejado decenas de muertos, millonarias pérdidas económicas y encabezados negativos en  la prensa internacional.

Con esto, el mandatario mexicano ha dejado en claro una cosa: este tipo de problemas sólo se resuelven estando en el  lugar de los hechos y tomando al toro por las astas. Contrario a ello, cuando se niega una realidad y sobre todo cuando la distancia impide que se ejerza la autoridad, entonces es ahí cuándo y dónde surgen los primeros visos de rebelión que poco a poco pueden crecer y llevar a una situación como la del Bajío.

Campeche y Michoacán tienen algunas similitudes. No en el nivel de violencia, por supuesto. Pero  sí el contar con tres o cuatro ciudades y una gran zona selvática, despoblada, poco comunicada y con escasa presencia de la autoridad, donde la presencia o actividad del crimen organizado preocupa a sus habitantes.

Aunque quizá sólo como medida de chantaje, hay que recordar que Luis Antonio Che Cu ya hizo un intento para conformar a policías comunitarias y hasta reunió a pobladores de tres municipios para una asamblea.

En tanto, organismos como Morena han respaldado públicamente la conformación de autodefensas. En el Sur de Quintana Roo, que tiene fronteras  con Campeche ya se reportó la presencia de estos grupos. Más al Sur, en Guatemala, tenemos a unos vecinos que hasta no hace mucho salieron de la guerrilla, un territorio que se dice controlado por los Zetas.

No podemos seguir ignorando una situación de esa naturaleza. Y no se trata de ser alarmistas. Las autoridades tienen que atajar desde su concepción cualquier intento de rebelión contra la autoridad del Estado. No podemos permitir que Campeche sea Michoacán. No permitamos que Campeche sea el México bronco que actualmente el Presidente Peña lucha por pacificar. No sabemos si lo logrará. Campeche ya es pacífico, siempre lo ha sido.

TUMBABURROS

Cáncer (Sust. muy común).Peligrosa enfermedad que al año mata a al menos 500 campechanos pese a que se cuenta con la más avanzada tecnología en su tratamiento en una clínica de la que siempre se presume. Situación más grave en los municipios más alejados de esta ciudad, pues  la ayuda no llega.

Fiesta (Sust. común). Celebración que normalmente incluye música, baile, comida, show y más, pero  que en unos días más, con motivo de la llegada del nuevo obispo, tendrá que ser más recatadita a menos de que se quiera terminar excomulgados.

Filas (Pl., Sust. común). Grupo de personas ordenado por estricta hora de llegada a un sitio en particular, como a la tortillería, a la sala de abordaje,  a la ventanilla del cine… y hasta a las oficinas de los directivos escolares.