Pese a las múltiples promesas de mejores unidades, los camiones del transporte público de la ciudad continúan hechos un caos y un cochinero, además algunos micros pertenecientes a distintas cooperativas que se encargan de ofrecer este servicio se encuentran en pésimas condiciones, poniendo en riesgo la integridad de los usuarios.

En un recorrido hecho por EL EXPRESO en diversas unidades del transporte público, se pudo detectar un sinfín de anomalías, entre las que van desde asientos rotos hasta fallas mecánicas.

Ejemplos claros son las unidades 34, 27, 15 y 31 de la cooperativa Murallas de Campeche, en donde la primera unidad tenía las tijeras de lado y con la salpicadera destruida; la segunda no tenía lámparas dentro del camión; la tercera con asientos destruidos y pintados con mensajes obscenos; mientras que la última tenía la falla mecánica de que la caja de velocidades no funcionaba de manera normal, trabándose la palanca en diversas ocasiones, aunque la unidad circulaba bajo estas situaciones con pasajeros a bordo.

Otros ejemplos son las unidades 02 y 09 de la cooperativa MASA y la unidad 023 de Alianza Moderna de Campeche, en donde además de las malas condiciones los camiones, no hicieron válida la credencial de estudiante durante estas vacaciones de Semana Santa, pues en más de una ocasión hubo quejas e indignación por parte de jóvenes y adolescentes.

Lo cierto es que la promesa de que habrá nuevas y mejores unidades, así como un servicio digno y eficiente, está muy lejos de la realidad, toda vez que el Instituto Estatal del Transporte (IET) siga permitiendo y solapando esta clase de irregularidades.