Nadie quedó a salvo

A diferencia de la elección presidencial del 2006, en la del 2012 nadie quedó a salvo. En aquella ocasión, aunque el PRI quedó en un muy mere­cido tercer lugar, su postura ante el conflicto post-electoral PRD-PAN le regresó al partido cuotas de confianza, madurez y simpatías que habían perdido desde la elección del 2000. Seis años después la izquierda repi­te la confrontación post-electoral en la fórmula PRD-PRI. Pero en esta ocasión nadie ha quedado a salvo. Vamos al caso por caso.

PAN. En esta elección perdió el PAN, y no solo en términos cuanti­tativos. El partido perdió su auto-capacidad de oxigenarse como fuerza política y siendo el partido en el poder tuvo peores resultados que los que obtuvo el PRI en el 2000 y el 2006. El PAN carga hoy su peor resultado desde las intermedias de 1997. El PAN fracasó en su propio modelo, nadie les podrá quitar su incansable lucha a favor de la democracia, la misma que le cobró factura.

PRD. En esta elección perdió el PRD, y no solo en términos cuantita­tivos. La gritería ineficaz de sus abanderados vuelve a presentarse ante el electorado como una fórmula repetida. El error de la izquierda actual es querer asumir el papel de Calderón en el 2006 y han diseñado argu­mentos de repudio a Enrique Peña Nieto presentándolo como un peligro para México que el PRI regrese a la presidencia. Este debate del “peligro” es tan reciente que muchos pasan la página para evitar que se repita la historia. La izquierda pasa por alto que como muchos no creyeron que Obrador fuera un peligro en el 2006, tampoco se cree que Peña lo sea en el 2012. En los mismos argumentos que consideran está la fortaleza de su discurso está su debilidad. Nadie le podrá quitar al PRD que su inconformidad ha encaminado al diseño de la plataforma democrática que presume el país.

PRI. En esta elección perdió el PRI, aunque ganó en términos cuan­titativos. El PRI pierde porqué ganó. La experiencia en el PRI nos dice que sus victorias políticas le crean una excesiva confianza y los ha lle­vado con bastante frecuencia a una arrogancia que termina resultando fatal a largo plazo. El PRI no está a salvo porque su candidato pre­sidencial ganador, resultó ser el político mexicano más acusado y vilipendiado de la historia política de México. Ningún otro candida­to presidencial ha recibido tantas ofensas, como las que le han pro­porcionado a Peña Nieto. De ho­micida, de estúpido, de narco, de bruto, de infiel, de intolerante, de corrupto, de incapaz. Pero nadie le podrá quitar al PRI que su capaci­dad de unirse en situaciones com­plejas llevaron al partido de regreso a Los Pinos. Ningún otro partido llegó a la elección más unido.

CONCLAVES. Los senadores electos, Raúl Pozos, Óscar Rosas y Jorge Luis Lavalle participan con sus partidos en reuniones de coordinación con quiénes serán los líderes de sus bancadas en el Senado. Aunque tienen hasta el 28 de agosto, ninguno de los tres aún se ha acreditado en las oficinas del Senado. En las reuniones en las que participan por separado priistas en Chihuahua y panistas en la Ciudad de México se analizan temas de agenda y reparto de comisiones. El siguiente paso es conocer cuáles de los campechanos, incluida Layda Sansores, queda mejor ubicado en el reparto del pastel.

LA DE ROJO. Bastó una reunión con el virtual ganador de la elec­ción presidencial, Enrique Peña Nieto para que surgiera la pregunta. ¿Quién es la de rojo? La reunión fue en el hotel Meliá Paseo Reforma. Asistieron 420 alcaldes electos del PRI y a solo una silla de Peña Nieto, y a dos del presidente del PRI, Pedro Joaquín Coldwell, estaba sentada, en el presídium, Ana Martha Escalante Castillo. La sorpresa fue mayor por­que Ana Martha ocupó la silla que al inicio de la reunión ocupó Luis Vi­degaray. Algunos comentaron que la ventilada de Escalante Castillo es para promover su candidatura el próximo año como presidenta de la Federación Nacional de Municipios de México, que hasta hoy ocupa el alcalde de Boca del Río, Salvador Manzur. La ventilada de la alcalde­sa electa con el virtual presidente encendió la primera alarma para algunos políticos en Campeche que piensan a futuro.