La designación de Carlos Oznerol Pacheco como delegado de la Sedesol fue una sorpresa solo para quienes no estaban al tanto de sus pasos políticos en los últimos cinco años. Fue abatido, vilipendiado, cuestionado y acusado por la opinión pública y publicada durante su administración municipal, al grado de que su partido perdiera la alcaldía de Campeche, y quedó a escasos 900 votos de que el propio Pacheco Castro quedara por debajo de su prácticamente desconocida contrincante panista, en el Primer distrito federal en el 2009. Carlos Oznerol llegó al Congreso federal asumiendo su destierro político.
Asumiendo que aquí no lo querían -y tenía razón- durante su estancia en San Lázaro su presencia en Campeche quedó reducida a la invisibilidad. Cultivó nuevas amistades y a consolidar las que le quedaban. La relación con el entonces presidente del PRI, Pedro Joaquín Codwell, era inamovible, enlace en el que mucho ayudó su padre Don Lorenzo Pacheco desde Quintana Roo, cuando el hoy secretario de Energía era gobernador de ese estado.
Oznerol Pacheco encontró otras suertes y las supo aprovechar. Sin tener que dedicar más tiempo que a estrechar lazos y puentes durante su estancia en el Congreso federal, se pegó a otros diputados federales de su bancada. Ocupaban las curules L-437, la I-312 y la H-268 durante la LXI legislatura. Ellos eran, Rolando Zapata Bello, hoy gobernador de Yucatán; Jorge Carlos Ramírez Marín, hoy secretario de Reforma Agraria; y Luis Videgaray Caso, hoy secretario de Hacienda.
Su nombramiento como delegado del CEN del PRI en Yucatán le terminó de abrir la última puerta. Desde ese cargo, y durante el trabajo en las elecciones del 2012, la campaña de Enrique peña Nieto tenía como foco rojo a Yucatán. Su jefe de coordinación política y enlace con los estados fue Miguel Ángel Osorio Chong. El hoy secretario de Gobernación, trabajó Pacheco Castro las elecciones locales y federales yucatecas, ampliamente recomendado por el presidente nacional del PRI.
Así llegó Pacheco Castro a convertirse en mago. Desde su despacho ahora sabrá cómo lidiar con Dorothy, la niña que quiere llegar; con el Espantapájaros, que busca su cerebro, con el León que busca valor y con el hombre de Hojalata que quiere tener corazón.
REQUISITOS. César Camacho, presidente del CEN del PRI, presentó a sus diputados federales un anteproyecto de abrir candados que obligan hasta hoy a quienes aspiren a ser presidente y gobernador haber sido electos antes a un puesto de elección constitucional. Camacho planteó los objetivos de los cambios y estos van oficialmente dijo por una modernización de la vida interna del PRI y que el partido gane eficacia.
La agenda de cambios para modernizar al PRI incluye la reducción del número de consejeros nacionales, la aceptación formal de candidaturas ciudadanas y la promoción de los principios democráticos del PRI. Lo que no dijo Camacho y es lo que aparece a la vista es que desde Los Pinos o Bucareli se pretende eliminar los cacicazgos priistas creados ante la indiferencia de 12 años de panismo federal. Candidatos sin cargos de elección popular, y menos consejeros nacionales lleva de primera mano a dos lecturas: primero, que a las candidaturas para la gubernaturas de los estados llegarán personas que han sido leales al sistema sin importar si fueron electos antes o no a un cargo, y segundo, con menos consejeros nacionales es más fácil poder llevar las riendas del partido en el camino que consideren conveniente.
Cuando a finales de los 90’s en PRI decidió que sus candidatos fuertes tuvieran al menos una elección popular antes de aspirar a cargo, respondía a una respuesta de candidatos impuestos que agilizó la caída del PRI del poder en elecciones locales y federales. La ampliación de sus consejeros nacionales ocurrió a principios del 2000 para abrir mayores espacios de participación a su militancia desarticulada y desorientada con el triunfo del PAN. Hoy ya están de regreso, y no necesitan ni más consejeros, ni pedirle muchos requisitos a quién haya demostrado fidelidad al sistema. Algo que por cierto aprendieron del PAN, donde la única condición era la fidelidad incondicional. A más de uno en Campeche beneficia que el PRI arranque esos requisitos de sus estatutos.
LO QUE FALTA. El gobernador Fernando Ortega entregó a su partido excelentes resultados en la pasada elección. Razón suficiente para que le sea concedido desde el centro del país el nombramiento de más de 30 cargos federales en Campeche. Así será. También ha sido consultado para los demás nombramientos.
Dos semanas antes del nombramiento de Enrique Pérez Gómez como delegado de la Semarnat, Ortega Bernés, al ser consultado, dio su consentimiento. Tampoco se opuso a Pacheco Castro en Sedesol. El nombramiento de Ramón Santini Cobos en Profeco fue su decisión. El diputado federal, Alejandro Moreno Cárdenas, tiene en sus manos al menos seis delegaciones, y Ortega Bernés no se va a oponer.
Al tiempo.
EL CUENTO
Una funcionaria de uno de los tres niveles de gobierno dijo:
-Ya estuvo bueno, o me voy una delegación o me voy a mi casa.
¡Plop!
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La Bruja del Oeste
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Alicia
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Perdido en el hueco de mi calle
Voy manejando, los ojos en la calle, zigzagueando, concentrado evitando caer en uno de los miles de baches que existen...