La seguridad y el compromiso de los políticos

La ejecución de un hombre en Ciudad del Carmen y el intento de asesinato de su esposa es una doble tragedia. Doble porque, aunque muchos pueden calificar como un milagro el que un menor de tres años de edad haya salido ileso cuando le disparaban a su madre, que lo tenía en brazos, su vida ya nunca más será la misma y estará marcada con el signo de la violencia, la delincuencia y la tragedia.

Cierto, el argumento consuetudinario de algunas autoridades es que se trata de ‘hechos aislados’. Y, en cierto sentido, lo son.  Lo son porque, afortunadamente, los campechanos aún no hemos perdido nuestra capacidad de asombro ante hechos de esta naturaleza. Porque todavía podemos sentirnos indignados, furiosos y realmente tristes ante la imagen de un pequeño sentado en el restaurante mientras sus padres se desangran en el piso.

De hecho, justamente ayer, un día después de la balacera, se dio a conocer que en Camepche la sensación o percepción ciudadana de seguridad es la segunda más alta de todo el país, con apenas unas décimas de diferencia respecto a la ciudad que obtuvo la más alta calificación.

Pero no podemos permitir bajo ninguna circunstancia que esos indicadores nublen nuestra visión y nos hagan equivocarnos respecto a las medidas firmes, inaplazables y permanentes que se deben de tomar respecto a lo que sucede en municipios como Carmen, Escárcega y Candelaria.

Y mientras eso sucede… ¿y los partidos?, ¿y los políticos? Ahí están, peleándose candidaturas, espacios, puestos, canonjías, recursos, votos… ¿Cuándo escucharemos de alguno de ellos propuestas claras y a mediano y largo plazos sobre esos ‘hechos aislados’?

¿Dónde está la oposición, el PAN, el PRD, Morena?, ¿Dónde el PRI? Si quieren ganar esta elección, es mejor que lo hagan con propuestas y propuestas concretas.

TUMBABURROS

Basura (Sust.común). Dícese de los desperdicios que arroja a las puertas de nuestro hogar un partido político ‘comprometido’ con el cuidado del medio ambiente, con papeles que no son biodegradables y que seguramente irán a parar a la orilla del mar.

Cancelar (Verbo transitivo). Dejar sin efecto o valor una cosa. Falta de seriedad de alguna dependencia que hace ‘la finta’ a reconocida escritora al programar la presentación de su obra reciente y luego cancelarle. Hobby de un funcionario que se la pasa cancelando eventos.

Expulsar (Verbo transitivo). Echar o hacer que una persona abandone un lugar. Medida para acallar las críticas que se emplea en un partido que se dice democrático.