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La incógnita de la caída de una fuerte nevada en el MetLife de East Rutherdford (Nueva Jersey), durante la celebración del partido de la 48 edición del Super Bowl, que se disputará hoy, desapareció por completo y ahora los Broncos de Denver y los Seahawks de Seattle sólo piensan en proclamarse campeones.
Los dos mejores equipos durante toda la temporada de la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL) completaron su preparación de cara al gran partido y lo único que dejaron claro a través de sus respectivos entrenadores, John Fox de los Broncos, y Pete Carroll de los Seattle, es que han realizado una gran labor de preparación.
“La experiencia ha sido única, por la gran organización que hemos disfrutado, los jugadores están mentalizados para el partido y ahora lo único que falta es salir el campo y hacer nuestro mejor trabajo”, declaró Carroll. “Nadie es favorito, será un partido muy difícil e igualado”.
Carroll, que hace su debut en el Super Bowl, está convencido que la clave que decidirá al ganador no será otro que el que haya realizado el partido más completo, en ataque, defensa y equipos especiales.
“No se puede decir que porque nosotros tengamos la mejor defensa estemos con ventaja, eso no es correcto, y si queremos conseguir el primer triunfo en un Super Bowl, habrá que jugar muy bien en ataque y equipos especiales”.
Carroll rechazó que porque el equipo sólo haya disputado un Super Bowl no tenga la misma mentalidad ganadora que la de los Broncos, que lo hicieron en seis ocasiones anteriores, con dos triunfos y trofeos Lombardi en su poder (XXXII y XXXIII), logrados bajo la dirección del exmariscal de campo John Elway.
La presencia de jugadores como el esquinero Richard Sherman, el corredor Marshawn Lynch, y el mariscal de campo Russell Wilson, serán decisivos en el juego de los Seathawks, que no están obsesionados con la figura del mariscal de campo Peyton Manning, sino todo lo contrario de hacer una gran labor de equipos en todas las facetas del juego.
Carroll no dio ningún tipo de pistas de como esperan trabajar su estrategia, pero es consciente que si a Manning no le permiten que el imponga el ritmo del juego, el camino del triunfo de los Seahawks estaría mucho más despejado.
Sin embargo, el gran aliciente de Manning, a sus 37 años, es asegurarse el segundo anillo de campeón después que ya lo ganó con los Colts de Indianápolis, en el 2007, y de lograrlo con los Broncos se convertiría en el tercer jugador en la historia de la NFL que logra dos títulos con equipos diferentes.
Manning tuvo una temporada regular de ensueño con las marcas de la NFL al conseguir 55 pases de anotación y 5.477 yardas en los envíos que hizo por aire, además de ser el mariscal de campo menos derribado.
Nada de eso impresiona a Carroll, lo respeta, pero la defensa está lista para hacer su trabajo, lo mismo que la ofensiva con Lynch de protagonista y los equipos especiales.
Por su parte, Fox, que llega a su segundo Super Bowl, después que en el 2004 perdió su primero como entrenador en jefe de los Panthers de Carolina, que disputaron en el Reliant Stadium, dijo que su gran triunfo había sido superar el problema de corazón que lo apartó durante varias semanas de la competición.
Fox, que necesitó una cirugía en el corazón durante transcurso de la temporada, dejó en claro que en su mente nunca pasó dejar el equipo y que ahora se sentía mejor que nunca.
Junto a Manning, los Broncos tendrán a tres receptores excepcionales como son Wes Welker, Eric Decker y Demaryius Thomas, además del corredor hispano de origen puertorriqueño Knowshon Moreno, que será clave en el ataque terrestre, si el área falla o no rinde como esperan.
Mientras que a medida que ha mejorado el tiempo, el precio de las entradas también han vuelto a subir y ahora ya el promedio no es de 2.500 dólares sino superior, además ya es muy difícil encontrarlas.
La seguridad está garantizada tanto por tierra, mar y aire, se trata de una prioridad nacional desde que se produjeron los atentados terroristas del 11 de septiembre.
El MetLife, que registrará una entrada de lujo de más de 80.000 espectadores que llenarán las gradas, será un fortín al que para llegar a su interior habrá que pasar todo tipo de controles de seguridad y detectores de metales.
Nueva York vive con una pasión especial el primer Super Bowl que se disputa en un campo al aire libre y en pleno invierno sin que al final los elementos climatológicos sean un impedimento para que el 48 Super Bowl bata toda las marcas de ingresos económicos (más de 600 millones de dólares), audiencia de televisión y comerciales.
El cantante invitado que tendrá la responsabilidad de actuar en el ya histórico “Half Time” del Super Bowl, es Bruno Mars, y aseguró que no defraudaría a nadie, como hasta ahora tampoco lo han hecho los neoyorquinos que ya han convertido la semana previa en algo grandioso.