Cantó el gallo

DE NUEVO. “Tres veces me negarás antes que cante el gallo”. Los pasajes bíblicos siguen siendo útiles para explicar las acciones del ex secretario de Salud, hoy candidato del PRI a la alcaldía de Ciudad del Carmen, En­rique Iván González. Antes fue Moisés, cuando levantando sus manos abrió paso en medio de ríos e inundaciones, a las brigadas médicas para asistir a los afectados por las inundaciones que azotaron el estado en el 2011. Al decir de aquel boletín de prensa que distribuyó la secretaría, su esfuerzo y grandeza fue enorme.

El audio hace unos días trascendió en las redes sociales en las que acusa al gobernador de ser el único responsable de los problemas que tiene el estado, y a la presidenta municipal, Aracely Escalante, de ser la culpable de los problemas en Ciudad del Carmen dejan evidente una vez más que no estaba equivocado en agosto del 2011, cuando en este mismo espacio escribí en relación a su persona: “quién traiciona una vez, lo hace dos veces”. Y tres.

Entrevistado por el programa “Con todo Respeto”, el candidato re­husó una y otra vez de aclarar o aceptar lo dicho en una reunión entre amigos, o simpatizantes, o directores y secretarios, o de todos juntos.

El destacado periodista y político francés, Georges Benjamin Clemen­ceau, (1841-1929) lo sentenció muy bien hace casi 100 años. “Un traidor es un hombre que deja su partido, para inscribirse en otro, un traidor doble es el que cuando se va de un partido a otro, también habla mal del partido que lo acoge”.

Detrás de una traición hay más debilidad e incapacidad que las razo­nes que llevan asumir culpas.

“Que es una campaña negra, que es difamación, que yo soy de pro­puestas, no de descalificaciones, que los panistas no levantan, que están desesperados”, fueron algunas justificaciones que dio el candidato a la divulgación del video.

El candidato dio muchas razones de porqué los ataques en su con­tra, no mencionó una sola que explicara sus impulsos que lo llevaron a expresarse en contra de Ortega Bernés y de Escalante Jasso.

“Yo no soy el candidato del gobernador”, dijo.

Todos creímos que renunció al PAN para apoyar la candidatu­ra de Ortega Bernés en el 2009, a cambio de una secretaria. Todos creímos que renunció al PAN cuando en su interés de ser alcal­de no fue postulado para el cargo. Todos creímos que fue secretario de Salud en pago a su traición partidista. Todos creímos que todas las giras, por Ciudad del Carmen, eran para preparar su candidatura. ¿Cuántas veces fue a Calakmul, a Tenabo, Calkiní,

Hecelchakán y Hopelchén? To­dos creímos que fue delegado de Semarnat para la mitad del estado que le convenía en aquel momento, y secretario de Salud para la otra mitad que le convenía para este momento.

Todos creímos que mucha ha­bilidad y coraje se necesita para quitarse la túnica de “Moisés” para volver a usar la de “Judas”. Su ambición y egocentrismo no lo llevaron lejos. Podrá ganar la al­caldía de Ciudad del Carmen, pe­ro no con ellos se ganará el respe­to, sobre todo porque Campeche no está en Israel, ni Campeche es Jerusalén.

“FOXAZO”. Y el gallo volvió a cantar. A todos les llamó la aten­ción el llamado que hiciera el ex presidente Vicente Fox para apo­yar la candidatura de Enrique Peña Nieto. “Yo amo a mi país por enci­ma de mi partido”, dijo el panista. ¿Qué hay detrás de esta declara­ción? Como van las cosas, Fox tra­tará de evitar, otra vez, la llegada de Andrés Manuel López Obrador. Consciente de que la llegada de Obrador implicaría una revisión a todo el expediente de los hijastros del ex presidente. El tema cobra mayor relevancia cuando medios norteamericanos han relacionado al priista Tomás Yarrington con el hijo de Martha Sahagún, Manuel Bribriesca. El apoyo que Vicente ofrece a Peña Nieto es un acuerdo. Fox querrá mucho a México, pero quiere más a su familia. ¿O no?

EL CUENTO

Un candidato del PRI saluda a la madre de un candidato del PAN. Los brigadistas que desconocían el parentesco entre la señora y el candidato panista, deciden ante sus ojos retirar la publicidad de su hijo y poner la del priista.

¡Plop!