Manuel se cubría la boca con un paliacate. Apretaba con fuerza contra su cara como apagando los gritos que reprimía.
-¿Y ahora, tienes frío, te aplicaste ley mordaza o de plano no quieres que se escuchen tus gritos?
-Búrlate, reportero. Síguele…
-¿Qué pasa, amigo? No sé por qué el comentario, sabes de mi respeto…
-¿Ya viste la relación de multas del SAT? No manches: si te ríes, te cobran; si viste que se te pasó hacer algún cargo y vas a hacerlo, te cobran; si te equivocaste en algún detalle, coma o punto, te cobran; si te cambias de casa y no notificas, te cobran. ¡Todo son multas! Es patético el trato al contribuyente.
-¿Leíste, Manuel, Walmart informó que se le cayeron sus ingresos casi en un 2 por ciento el año pasado?
-¿Y se le cayeron sus ingresos al narco, los que se roban los camiones y los venden entre los ambulantes, y los que venden robado en la calle, a esos también les afecta la crisis? Porque los que pagan impuestos están localizados, pero ¿y los que no? A esos ¿quién los busca?
-Es la mediocridad, amigo. Es más fácil dañar a los que tienes localizados y cautivos que hacer tu trabajo y salir a meter en cintura a los otros, forzarlos a pagar y a regularizarse.
-Periodista, ¿eres o te haces? La mafia está coludida con el gobierno, pagan derecho de piso, pagan para que se hagan de la vista gorda, para que los dejen operar y así nos roban unos y nos roban otros. ¿No te das cuenta? Somos la carne del sándwich y los únicos paganos. Los funcionarios viven de maravilla, los delincuentes también, pero los que trabajamos aquí andamos arrastrando la cobija porque o nos roban unos, nos roban otros y muchas veces ¡nos roban ambos!
-Por desgracia, Manolo, tu sentir es el de muchísima gente, pero también creo que no todos los políticos son igual, no creo que todos tengan el valor o el cinismo, llámale como quieras, para aliarse con los malosos.
-Lo platicamos el otro día, reportero. Muchos sentimos que no tenemos futuro. No lo vemos. El presente no nos está permitiendo satisfacer nuestras necesidades básicas, no lo vemos porque mientras logramos pasar el día se nos pasa el tiempo sin poder ahorrar o planear porque no nos queda nada y no nos alcanza el día. ¿Eso no lo ven?
-Manuel, tu realidad no es la de ellos, no es la del gobierno. Ellos tienen ese aura que les hace creer que lo que ellos hacen es verdaderamente importante porque trabajan para todos. Escúchalos hablar: “no es fácil”, “hacemos esfuerzos”, “estamos tratando de eficientar el gasto”, bla, bla, bla, pero comen bien diario, viajan, salen del país, la austeridad es un discurso retórico que no vive en su realidad.
-La realidad es una sola, periodista: cada día es más grande el descontento, la desilusión porque nos dijeron que con Peña estaríamos mejor y ahí fuimos de babosos a darle el apoyo: la economía se contrajo y hay despidos, las ventas se desplomaron, el gobierno no pagó aunque dice que sí, la seguridad tampoco llegó y la desesperación ya lleva un año porque la picada como país la vemos diario. No, no vale.
-Pero Videgaray es el secretario de Hacienda del año para el mundo…
-Ve Campeche: se ganó todo lo federal, lo estatal, lo municipal salió sin problemas. El gobernador es un hombre comprometido con su partido, ha sido el apoyo que han tenido cuando lo han necesitado ¿y? a ratos pareciera que lo quieren dejar morir solo, después de todo somos tan poquitos.
-Ortega es un gobernador comprometido, pero no puede sacarle sangre a las piedras. Todos sabemos que el año pasado secaron las participaciones federales, redujeron el gasto corriente y estrangularon los presupuestos a los estados y hoy vemos las consecuencias.
-Pues sí, reportero, pero y eso quien se lo explica a la gente, para los de a pie el problema es del gobernador…
-Claro que es un problema de él, pero a diferencia de muchos otros él lo comenta, lo dice, lo explica mientras en otros años se ocultó, se sentía pero nadie hablaba, al menos en público, de ello.
-¿Y por qué no pedir prestado a cuenta de participaciones? Que no se excedan y que sea del monto de los ingresos de este año y se cubra al terminar el año fiscal. Con eso podrían echar a andar la economía local, darle a la gente trabajo y no dejarle deuda al que venga.
-Manuel, es razonable, pero ¿recuerdas los miles de millones de deuda que nadie nos dijo se debían? Nunca es mala idea hacer bien las cosas. Ortega es honesto y claro: ojalá su gabinete lo ayude.
-Ojalá también su presidente, amigo, porque vaya que él lo apoyó.