Querido anhelante:
Antes que nada, déjame poner las cosas en claro. Estás aquí solicitando que te contrate y no me estas haciendo ningún favor, por el contrario, he estado pagándote un muy buen sueldo para que des resultados y no para que te pasees con poses estudiadas y sonrisas ficticias mientras dices que trabajas.
No te pago para que tengas choferes, camionetas o compres ropa de marca. Te pago bien, justamente para que no tengas otra preocupación que cumplir con el encargo que te hice.
No necesito que me digas lo que hiciste, necesito ver y sentir la mejora, necesito ver como hablas y actúas por mí en estos momentos y no que me digas que en un futuro no escrito podrías dar más. Te repito, no es un favor y si a esas vamos, yo te hice el favor y no estoy pidiendo gratitud, te estoy pidiendo que cumplas y te comprometas.
Entiendo que quieras crecer en la carrera que elegiste pero para poder ascenderte necesito analizar tu desempeño hasta el momento, necesito revisar tu actuar no solo dentro del puesto que te otorgué, sino en tu vida pues para darte una mayor responsabilidad quiero saber si eres una persona íntegra, honesta, con valores sólidos, responsable, puntual, entregado, empático y respetuoso.
No es que quiera meterme en tu vida personal, pero eres tú, quien quiere el puesto y no podría contratarte si recibiste dinero a cambio de favores o de apoyo, pues significa que no tendrías libertad de criterio y tus decisiones serían influenciadas por ello. Tampoco podría contratarte si no eres completamente transparente en los bienes que tengas, no me importa cuanto o que tengas, me interesa que lo que sea, lo consiguieras con tu esfuerzo y trabajo pues solo de esa forma podría confiarte los recursos que necesitarías para el nuevo puesto y ese dinero, te recuerdo que es mío y solo deberá utilizarse para beneficio de cada uno de los que aportaron, así fuera un solo peso.
Dejaré que me digas lo que puedes aportar para que mejores mi hogar y porque quieres hacerlo pero, te exijo que lo hagas de una forma profesional, con estrategias y objetivos claros y medibles pues eso de que me cuentes ilusiones, solo me hará perder el tiempo.
Recuerda el dicho que “no por mucho madrugar, amanece más temprano”. Tendrás tu oportunidad para que te escuche pero aún no es el tiempo de que toques a mi puerta, aún tienes trabajo pendiente en el área que te asigné y te recuerdo que tus resultados hablarán a favor o en contra de tus anhelos.
Por último, quiero decirte que para sobresalir por encima de los demás anhelantes solo necesitas trabajar más y que estaré muy pendiente de tu actuar honorable. No caigas en la tentación de hacer guerra sucia pues no es otra cosa más que un indicativo de tu incapacidad. Para poder ascenderte necesito que seas una persona digna y comprometida y el juego sucio te definirá como persona opuesta a ello. No es llegar por llegar, ningún fin justifica los medios, eres tú quien debe mejorar para aspirar a mejores puestos y para eso debes de cumplir la función y el compromiso que adquiriste cuando te designé en tu puesto actual.
Lo juraste y en ese juramento me diste la posibilidad de demandártelo. La palabra dada es tu honor y tu honor es tu vida.
Como consejo para ayudarte, observa la admiración con que te ven tus hijos y hazte merecedor de la misma. No se te olvide que estás aquí para servir y si no lo haces…pues no sirves.