PRESIDENTES. Con 84 años a cuestas desde sus orígenes como fuerza política, solo cuatro ex presidentes estatales del partido han llegado a la gubernatura del estado, Ángel Castillo Lanz, Eduardo Lavalle Urbina, Rafael Rodríguez Barrera y Antonio González Curi. Pero durante décadas la dirigencia de este instituto político ha visto desfilar importantes figuras de la política local: Rafael Alcalá Dondé en 1946, Nicolás Canto Castillo en los 50’s, Rafael Rodríguez Barrera en el 62, Enrique Escalante Escalante a finales de los 60’s, Guillermo del Rio Ortegón y Tirso R de la Gala Guerrero, durante toda la década del 70, Esteban Rosado Domínguez en los 80, y Edilberto Buenfil Montalvo en el último tramo de los 90.
Escalante Escalante y Del Rio Ortegón han sido los líderes estatales del PRI con mayor tiempo como presidentes con 6 y 7 años, respectivamente, al frente de los destinos de ese partido. En particular en tres sexenios los gobernadores han tenido la mayor cantidad de dirigentes estatales. El ex gobernador Eugenio Echeverría Castellot nombró a cuatro presidentes del PRI, Ismael Estrada Cuevas, Jorge Dzib Sotelo, Nicolás Canto Castillo y Mario Berlín Mijangos. El actual gobernador, Fernando Ortega Bernés, está por completar también el cuarto presi-dente de su partido en lo que va del sexenio; antes estuvieron, Alejandro Moreno Cárdenas, Miguel Ángel Sulub Caamal y Víctor Salinas Balam. El récord de cambios en un sexenio pertenece al ex gobernador Abelardo Carrillo Zavala, quien lidió con seis, Fernando Soto Angli, Sergio Berzunza Camejo, Fernando Solís Patrón, Juan José Pérez Palma, Esteban Rosado Domínguez y Antonio González Curi.
La última elección, y la primera después de mucho tiempo, que enfrentó el PRI para elegir a su presidente en el estado fue en enero del 2007. Se inscribieron Raúl Pozos Lanz y Adda Luz Ferrer González y la otra fórmula la integraron, Jorge Manuel Lazo Pech y María Luisa Morales Caballero. Pozos y Ferrer ganaron, en un resultado más que predecible, con mil 546 votos contra 174 a favor sus contrincantes.
Dos priistas campechanos, Carlos Sansores Pérez y Rafael Rodríguez Barrera, ocuparon la presidencia de su partido a nivel nacional, y una sola mujer en la historia, Guadalupe Fonz Sáenz ha sido su dirigente estatal.
Ahora elegirán o nombrarán en Campeche el presidente estatal número 34 que ocupará el cargo desde 1929. Fuera de su papel para dar a conocer convocatorias y requisitos de registros, poco, pero muy poco, importa hoy lo que el presidente del PRI estatal diga o haga. ¿Por qué? Las razones son tres: El partido en el estado ha dejado de tener figuras relevantes con trayectoria en la vida institucional y política del PRI; segundo, el impacto y el trabajo del partido se ha reducido a los resultados electorales, con lo que perdió la capacidad de mantener una agenda política propia; y tercero, como partido le queda muy poca autonomía. Cuando en la elección del 2012, Ortega Bernés liberó de su gabinete a Roberto Sarmiento Urbina para coordinar la elección, hizo evidente que el hombre con más poder de su equipo tenía que liderar lo que el partido por sí solo no podía. ¿Importará quiénes integrarán su nueva dirigencia estatal? Debería, al menos a los priistas.
LA RELACIÓN. El jueves fue en el Distrito Federal la reunión de la Federación Nacional de los Municipios de México. La alcaldesa, Ana Martha Escalante Castillo, formó parte de la restringida comitiva que se reunió con el Secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong. Junto a otros seis alcaldes discutieron temas sobre la implementación del Mando Único, el Pacto por México, con relación y aplicación a los municipios y para preparar la próxima Conferencia Anual de Municipios. Escalante actualmente no forma parte de la directiva de este organismo, pero estaba allí. Estaba porque es la única priista que administra uno de los municipios más importantes de la Península; en Mérida está el panista, Renán Barrera Concha, y en Benito Juárez (Cancún), el perredista, Julián Ricalde Magaña.
Estaba, además, porque Osorio Chong conoce bien a la familia Escalante Castillo. Mientras fue gobernador de Hidalgo, entre 2005-2011, él y su esposa, Laura Vargas de Osorio, hoy directora del DIF Nacional, mantuvieron una excelente relación con Juan Camilo Mouriño y su entonces esposa, María de los Ángeles Escalante Castillo, hermana de Ana Martha, y hoy presidenta del DIF municipal.
Todo apunta a que Ana Martha ocupará un cargo en la directiva nacional del organismo en la reunión que se realizará en la ciudad de León, Guanajuato, del 15 al 18 de mayo. Al tiempo.
EL CUENTO
La pasajera campechana de un vuelo París-México se encontró a un gobernador electo en el avión. La campechana no lo dejó dormir durante las 10 horas que tardó el vuelo cruzando el Atlántico.
Pasaron muchos años, tantos que aquel gobernador electo ya terminó su sexenio y empezó otro más, ahora como presidente y aún no se ha podido olvidar de aquel viaje, ni de la pasajera campechana que no lo dejó dormir.
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