-No sé qué pensar, reportero. A mi, la neta, me gusta la Calle 59. Creo que lo que está pasando ahí debiera replicarse en todo el Centro Histórico para darle vida, para atraer turismo, para que se abran más negocios, que se hagan más corredores culturales, que hayan más exposiciones y más movimiento, incluso una programación de eventos en el Parque Principal.
-Estoy más que de acuerdo contigo, Manuel. En Campeche no podemos seguirle apostando a la hipocresía. Resulta que el beneficio de una sola familia está por encima del desarrollo de una ciudad y su patrimonio. No sé si sepas, pero buena parte del conflicto está siendo provocado por la apertura de un hotel boutique en la confluencia de la 59 y la Calle 12 y parece que los dueños, con eso de que la lana la reciben de los fondos de gobierno, creen que ellos son los que pueden controlar al gobierno.
-Entonces, ¿tú crees que lo que sucede en la Calle 59 está bien?
-Creo que podría estar mejor si en verdad la autoridad se pusiera las pilas y todos, juntos, definiéramos qué debe hacerse en ese corredor que, hay que admitirlo, ha sido un éxito. En Campeche, lo sabes, hay quienes vivieron del alcohol y se hicieron ricos con ese comercio, pero hoy salen de mojigatos a decir que les molesta, que les da asco, que ¡hipócritas que son!
-Creo que no se puede pedir para unos lo que no se exige para otros, periodista. Y eso tiene que ver con los recursos que les han otorgado para sus hoteles, para sus medios y deja tú que sea bueno o malo, olvidemos ese asunto, lo grave es que no quieren competencia, quieren todo pelado y en la boca y en esa competencia desleal atacan, agreden y presionan para recibir más beneficios.
-Lo que no debe ser, amigo, es que haya quienes sigan apostándole a la hipocresía, a la doble cara. Ser empresario implica el riesgo, el esfuerzo y la aceptación de las reglas del juego, pero si cada regla, si cada riesgo le da concesiones especiales a uno y a otro no, pues los resultados terminan siendo asquerosos y desalentadores.
-Como yo lo veo, amigo, es que esos mismos promueven la candidatura de un aspirante que le conviene agredir a la alcaldía, que le conviene mostrarse como el máximo adalid del respeto al Derecho, pero en realidad lo único que hacen es defender intereses personales de un grupúsculo de personas que se han llevado, por sexenios, sus millonarios chantajes a Miami y ahí, eso sí, han edificado cientos de departamentos y de negocios que bien podrían verse como lavado de dinero.
-Nombres, reportero, nombres…
-Los nombres están ahí y son conocidos. Las acciones están más que claras y hoy desde la Asociación de Hoteles pretenden imponer sus criterios sin que, hay que decirlo, se hable con todos y se ventilen las opiniones de todos los involucrados.
Creo que es muy lamentable pedir que se cierre este o aquél negocio sólo porque no me gusta, así se demuestran dos cosas: que no hay talento ni capacidad para competir y que les importa un bledo la economía de la entidad, sobre todo en tiempos en los que Campeche ¡vaya! que necesita generar empleos.
-Sí, las cosas no están para posiciones egoístas. Realmente es indispensable generar oportunidades de empleo y darle a la sociedad mayores y mejores servicios, pero también hay que decir que la Calle 59 vaya que ha tenido éxito y ha sido por la propia gente que ahí sigue, a pesar de que hay días muy, pero muy malos en determinados giros.
-La lluvia de estos días nos dejó varias cosas en claro: la casona que se derrumba en San Román se veía muy bonita pintada, pero estaba abandonada quizá por la apatía del dueño, quizá por la cerrazón del INAH que poco permite hacerles, lo penoso y real es que ahora no le sirve a nadie y si antes nadie le metió dinero, ahora será una pérdida irreparable. Al final, pierde la ciudad y perdemos todo un pedazo de patrimonio.
-Estoy de acuerdo, pero debemos de acabar con la hipocresía. Debemos lograr que Campeche detone, pero no lo va a hacer mientras cada quien cuide su parcela, perjudique al de al lado o evite que haya desarrollo. ¿Queremos turismo o no?, ¿queremos empresas, industria, comercio? ¿qué queremos? A ratos parece que nadie lo sabe.
-Bueno, tampoco me vas a decir que ha habido una brillante gestión en la Sedico…
-Nadie le pide peras al olmo, amigo, pero hay asuntos de sentido común, de instinto de supervivencia. Ya viste lo de los comerciantes y la afectación por obras del megadrenaje…
-Pobre gente, pero más pobre ese funcionario incapaz de tener siquiera la inteligencia de buscar a alguien que supiera como actuar ante ese reto. Pobre!