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Golpe de Timón
Vladimir De la Torre

Licenciado en Filosofía y Letras, y master en Comunicación Social por la Universidad de La Habana. Periodista de la Agencia Prensa Latina. Colaborador de diarios de Nicaragua, El Salvador, Chile y Argentina. Investigador para Unicef en España, Jamaica, Inglaterra, Emiratos Árabes Unidos, Italia, y Qatar. Productor y conductor de Telesur.

@delatorremorin

Declaraciones 

Voces, Miércoles 25 febrero, 2015 a las 2:28 pm

ADRIANA. Definida a sí misma como leal y perseverante, Adriana Hernández de Ortega ha sido, por mucho, un ejemplo. En Golpe de Timón fue mencionada a lo largo de estos seis años solo en un par de ocasiones, la última cuando apareció en la lista de las 30 personas más influyentes de Campeche. No se quiere ahora sobredimensionar su trabajo, y menos que estas líneas parezcan una despedida. Ella lo sabe y lo asume: “La política es circunstancial y la pareja, esencial. Sé que cuando termine esta parte de su gobierno, (Ortega) continuaremos siendo la familia que iniciamos”, declaró a un medio nacional.

Adriana ha sabido ocupar su papel como la esposa del gobernador. Fácil cuando esto implica privilegios, altamente difícil cuando también implica responsabilidades. No es nueva, conoce el arte de manejarse en público y lo ha hecho con maestría, humildad y elegancia.

Nadie ha podido arrancarle, en el DIF municipal ni en el estatal, una declaración incómoda, nada le ha borrado la sonrisa del rostro. Nadie ha tenido que salir a explicarla, ni a corregirla, ella se explica sola. Ha sido un roble. Ha sido persuasiva, rigurosa y serena, sensible y exigente, generosa y firme, altruista y pragmática. Adriana ha cumplido y cumplido bien, a la altura de las circunstancias, dando siempre lo que se espera de ella, lo que se esperaría de su condición, inteligencia, trabajo y prudencia.

MARYSE. La embajadora francesa en México, Maryse Bossière, ha llegado a Campeche a encabezar el más importante evento desde que presentó sus cartas credenciales el 11 de septiembre pasado, para encaminar el proyecto francés con éxito probado en Europa y Asia. “Proyecto Ciudad Sustentable” se realiza por primera vez en México y en América Latina. Acompaña del gobernador, Fernando Ortega, la alcaldesa, Ana Martha Escalante, y el titular de la Sedatu, Jorge Carlos Ramírez, la embajadora fue halagadora: “Campeche es una ciudad excepcional que ha hecho muchos esfuerzos para readquirir su belleza histórica y cultural, y busca no sacrificar la calidad de vida de sus habitantes ante el desafío de desarrollo que afronta” y diagnosticó: “Nosotros pensamos que en Campeche lo que hay que hacer es justamente desarrollar un modelo de construcción, de organización urbana, de política pública sustentable que pueda servir después en otras ciudades del mundo”.

El reto es mayúsculo, enorme. Campeche no está sola. No solo Vivapolis, el Banco Interamericano para el Desarrollo también tiene los ojos puestos en el estado. Se busca a Campeche para dar paso a un modelo mexicano de ciudad “verde, inteligente, atractiva y competitiva” en el cual participen organismos públicos y empresas francesas expertas en el tema.

La campaña de concientización a ciudadanos y a la clase política local deberá ser colosal. ¿Por qué? Porque de poco servirá convertirnos en la ciudad que se quiere, si no sabremos qué hacer con ella.

IÑÁRRITU. “Este tipo no paraba de subir y subir y subir (al escenario) ¿Qué está haciendo? ¿Se va a marchar con todo el oro? ¿Tan buena es (la película)? Yo no he escuchado eso”, dijo en su cuenta de Twitter el magnate conservador, Donald Trump. Iñárritu había subido dos veces.

Minutos después anuncian que “Birdman” era la mejor película e Iñárritu por ser el productor volvió a subir, entonces volvió a hablar el mexicano.

“Rezo porque podamos encontrar y construir el gobierno que merecemos”, eso dijo de aquí, y siguió con los de allá: “A los mexicanos que viven en este país (Estados Unidos), que son parte de una nueva generación de migrantes, rezo porque puedan ser tratados con la misma dignidad  y respeto que recibieron aquellos que llegaron antes y poder continuar construyendo esta increíble nación de migrantes”.

Sobre el gobierno “que merecemos”, coincido con un amigo con quien debatí la frase, a su pregunta de qué me había parecido. El señalamiento ciertamente fue ambiguo. ¿Y qué pasó? En México la  frase fue magnificada y se entiende, ni todos los días un artista mexicano sube a recibir tres premios Oscar, ni todos los días en un escenario como ese se habla del gobierno que merecemos. Iñárritu fue más duro con el gobierno de EU que con el de México, al menos más directo. México necesita héroes, necesita a personas con prestigio que desde la sociedad civil señale el error, pero el Presidente, Enrique Peña Nieto, tiene razón (esta vez) al señalar, un día después,  en la entrega del premio “Carlos Fuentes”, que en México hay democracia, queriendo decir, no llegué aquí con un golpe de estado. Conclusión, o nunca hemos tenido el gobierno que nos merecemos, o sí, lo hemos tenido siempre. El PRI se subió al debate y agrega “estamos trabajando para construir un mejor gobierno”, como si lo importante no fuera construir un mejor país. En su intención de sumarse al debate, deja mal a su presidente, si están ayudando a construir un mejor gobierno, entonces acepta que el gobierno no está en el camino,  aún, de ser lo que debe.