Cárceles incumplen normas básicas

A Fondo, Lunes 8 octubre, 2012 a las 1:30 pm

 

Redacción

Campeche no escapó a una de las evaluaciones más y completas de los Centros penitenciarios del país, llevada a cabo por la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH).

Según el Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria 2011 (DNSP 2011) presentado por el presidente de la CNDH, Raúl Plascen- cia, los dos penales de Campeche, el Centro de Readaptación Social de San Francisco Kobén, y el Centro de Readaptación Social de Ciudad del Carmen obtuvieron una calificación apenas debajo de la media nacional, con 6.36 puntos en una escala de 10.

En su presentación, el ombudsman nacional dio a conocer que las prisiones en México enfrentan una severa crisis que se ha traducido en que en buena parte de ellas existan ‘autogobiernos’ de los reos, muchos de ellos vinculados a carteles de las drogas, que controlan desde la seguridad hasta los servicios al interior de los centros penitenciarios.

El organismo independiente elaboró su diagnóstico penitenciario a partir de entrevistas y visitas a las 100 prisiones estatales y municipales más pobladas, y en 60 de ellas constató la existencia de autogobiernos. Estas 100 prisiones, que incluyeron las dos de Campeche, representan a dos terceras partes de la población penitenciaria total.

“Los centros penitenciarios del país, hoy por hoy, atraviesan una crisis muy delicada como consecuencia de la falta de políticas públicas ade- cuadas en la materia y, hay que señalarlo también, del poco interés que despierta este tema en la sociedad”, señaló el presidente de la CNDH, quien fue enfático al señalar que con las condiciones actuales en las prisiones “no habrá política de seguridad pública que dé resultados”.

Según datos del Gobierno Federal, en el país hay 419 penales, de los cuales 315 son estatales y 91 municipales. Sólo 15 son prisiones del Gobierno Federal –sin contar los inaugurados esta semana por el Presidente Felipe Calderón Hinojosa.

La CNDH señaló que pese a que la capacidad instalada en todo el sistema penitenciario es para 189,397 reos, hasta julio pasado la población era de 238,269, es decir, existe una sobrepo- blación de casi 26%.

Plascencia Villanueva dijo que la sobrepoblación y tolerancia de las autoridades penitenciarias son factores que han contribuido al autogol bierno de los reos, algunos vincula dos a grupos del narcotráfico, aunque 6.31 señaló que su reporte no tuvo como objetivo identificar qué carteles con trolan las cárceles.

Sólo entre 2010 y 2011, el organis mo de derechos humanos registró 14 fugas de prisiones locales del país, en las cuales se  vadieron 521 reos. Tam- 2006 2007 2008 bién contabilizó 75 riñas en las que murieron 352 personas y dos motines que dejaron dos muertos.

La calificación nacional alcanzó 6.41, de una escala de 10, siendo los centros penales de Aguascalientes los que obtuvieron la mejor calificación y los peores los centros penitenciarios de Nayarit y Tabasco. El promedio de los dos penales de Campeche fue de 6.36, es decir debajo de la media nacional.

Un vistazo a fondo de la situación de los penales de Kobén y Carmen muestran que la calificación fue de 6.49 y 6.23, respectivamente. Sin embargo, la calificación de 6.36 general se colocó por debajo de las cifras obtenidas en los últimos años. De hecho, desde que empezaron las mediciones, en el 2006, Campeche no había tenido una calificación tan baja. En ese año, la calificación fue de 6.3.

En el informe se detectó que en el penal de Kobén existe autogobierno/ cogobierno, en el que los internos controlan funciones de seguridad, actividades productivas, educativas o deportivas, así como el servicio y uso de teléfonos. En Ciudad del Carmen, detectó que hay actividades ilícitas como presencia de objetos y sustancias prohibidas.

Las mejores y peores calificaciones obtenidas en los penales de Cam- peche están en los rubros de ‘Aspectos que garantizan la integridad física y moral del interno’ y el de ‘Reinserción social del interno’. En el primero, Campeche tuvo una calificación de 7.33, es decir, los reos de las dos prisiones tienen garantizada en su mayor parte su integridad física y moral; mientras que en el segundo es donde tienen más problemas: en su reinserción social.

El estudio enumeró ocho deficiencias en Kobén en cuanto a la reinser- ción social del interno. Por ejemplo, entre ellas detalla que hay integraciones deficientes de los expedientes técnicos; no existe una clasificación criminológica; y una falta de separación entre procesados y sentenciados en áreas comunes. El expediente elaborado por las autoridades de la CNDH menciona además que existen deficiencias en las actividades deportivas (falta de programación y de registro de los internos que participan, así como escaso equipo deportivo); y deficiencias en la vinculación de los internos con la sociedad, pues “no se garantiza a toda la población interna el acceso al servicio de biblioteca”.

También identificó que existen insuficientes actividades laborales y de capacitación adentro del penal.

Otras observaciones hechas por la CNDH subrayan también que se re- gistra una “inadecuada alimentación a los hijos de las internas que viven en centro penitenciario”, además de que el servicio de intérpretes para los indígenas es deficiente y escaso.

Apunta que hay una inadecuada atención para las personas con discapacidad y que los internos que viven con VIH/SIDA “no tienen acceso en igualdad de condiciones a las instalaciones y a los servicios del penal. Asimismo, las personas “con preferencia sexual distintas no son reubicadas por seguridad si lo solicitan”.