
Espero que el alto honor de representarme no se te suba a la cabeza. Recuerda que tu obligación principal es legislar por el bien de la mayoría y vigilar la correcta aplicación del presupuesto del país. En ningún momento de tu campaña te escuché decir que buscarías tu carrera política, perseguirías tus intereses o los de tu partido y lamentablemente tampoco está dentro de tus funciones como congresista por lo que espero que no lo hagas.
El hecho de que sean 128 senadores y 500 diputados no te da derecho a faltar, es más, exijo que no lo hagas, ya que cada vez que lo haces, dejas como flojos y faltistas a las personas del estado que representas. Aparte de que no tienes motivo, pues hasta la gasolina y los aviones te pagamos. Que sean tantos legisladores debería ser motivo de 128 ideas y propuestas en el Senado y 500 en la de Diputados. Perderte en la multitud, no es opción ¡ME REPRESENTAS! Es el prestigio de tu tierra y de tu gente, así que en lugar de pasar sin pena ni gloria… No des pena y busca la gloria.
Querido congresista, a pesar de que no entiendo porque sigue el fuero, pues ya son reconocidos como auténtico poder dentro del gobierno del país, está bien que lo conserves siempre y cuando sea una herramienta para mantener tu independencia de criterio y no para que abuses de ella creyéndote por encima de las leyes que tú mismo haces y por consiguiente debes defender. Es más, espero un comportamiento no solo ejemplar, sino congruente. Si me representas y no cumples la ley, estás insinuando que mi persona junto con todos los demás que habitamos en el estado que representas, tampoco la cumplen.
Te recuerdo que recibes un alto sueldo, altísimo y que no gastas ni en comidas, pues hasta eso te pagamos. Pero ese alto sueldo debe ir en función de tu alto desempeño laboral. Te recuerdo que el salario mínimo son 1,800 pesos mensuales es decir, la tercera parte de lo que recibes para comer en los restaurantes de alta cocina dentro de tú cámara. No te olvides de que hay familias que “viven” con eso.
Estimado Congresista, ni el PRI, PAN, PRD, PVEM, PT, MORENA son tus “jefes”, tus jefes somos nosotros el pueblo de México, con nosotros empeñaste tu palabra y con nosotros tienes el compromiso. Nosotros te pagamos y nosotros te exigiremos. Hacer como que no existimos no nos desaparecerá, el tiempo no nos da amnesia, somos nobles como pueblo y damos oportunidades varias. Pero nos estamos cansando y actitudes de “gente importante” nos enojan cada día más. No olvides que trabajas por el país y no por un partido político o por tu beneficio personal.
Te pido encarecidamente no hagas gastos superfluos en “estelas de luz”, en tableros electrónicos de las cámaras, en remodelaciones absurdas o en monumentos todavía más absurdos. Recuerda que en el país hay 52 millones de pobres que darían lo que fuera por recibir el apoyo que recibes en gasolina y vivir como reyes. No te olvides de que hay niños que no están estudiando porque deben de trabajar o no comer. No olvides que buena parte de la violencia del país es debido a que no hay leyes claras y de aplicación general. Recuerda ese impulso que tenías cuando querías cambiar y mejorar México. Yo sé que ahí sigue.
Querido congresista, no te olvides de quién eres, de los que estás representando y de la fe y la esperanza que como cada vez que se conforma una cámara, depositamos en ustedes. Querido congresista, México más que nunca necesita de hombres y mujeres capaces de entregarse de manera completa por el crecimiento y bienestar de su pueblo. Querido congresista, quiero creer en ti a pesar de lo que me digan, demuéstrame que tengo razón.
-
La bofetada de diputados y frases huecas
Justo ahora, en el momento en que la ciudadanía está bombardeada de mensajes políticos de los candidatos de los diferentes...
-
¿Chango viejo no aprende maroma nueva?
A poco más de un mes de la jornada electoral del primero de julio, las campañas han tomado un giro,...
-
Detrás de las murallas
Editorial Muchos tricolores aún siguen poniendo sus veladoras para que este martes nos visite Enrique Peña Nieto para asistir al...







Palabras Altisonantes
