Las vueltas de la vida

Aunque a muchos no les guste, la vida da muchas vueltas, a veces abajo, a veces arriba, el caso es que tendemos a olvidar lo que es estar abajo cuando estamos en la cima y a envidiar a los de arriba cuando estamos abajo.

Llámenle Karma, destino, justicia, como lo llamen, lo que es cierto es que todo lo que se hace, se paga en esta vida. Vivimos en nuestro propio cielo y nuestro decidido infierno.

La vida tiene la deliciosa costumbre de hacernos tragar nuestras palabras a cucharadas, vean a nuestra decidida izquierda festejando por Maduro y aplaudiendo lo que si no fue fraude electoral, al menos dejó unas dudas iguales a las que vivimos aquí cada elección. Nuestra izquierda no dice nada de la represión, de la falta de libertad de expresión, de los despidos de organismos gubernamentales por el apoyo al otro candidato. Nada, cero, se burlan de los deslices de nuestro presidente pero no dicen ni pío (por eso del pajarito) de los de Maduro.

Por otro lado, nuestra centro-derecha apoya en Venezuela lo que tanto criticaba en nuestro país, la manifestación, la intención del conteo voto por voto, el que llamen ilegítimo al presidente electo.

Las vueltas de la vida y las cucharadas amargas que nos hace tragar.

Para variar, no nos pondremos de acuerdo. Mi izquierda, dividida, fracturada y en ocasiones hasta cerrada a la crítica; mi derecha dolida, escondida, lamiéndose las heridas mientras se devora a si misma; mi centro, intentando conciliar desde una desgastada imagen y unos más desgastados políticos, a veces ensoberbecida, a veces bien intencionada, a veces queriendo gobernar en consenso y actuando unilateralmente.

Parece que nadie piensa en la mayoría de los mexicanos que no tenemos partido, pero sí, país.

Las vueltas siguen y algunos que antes estaban abajo, ahora están “bien colocados” y se las van a cobrar a los que los menospreciaron cuando vivían en el fondo de la cubeta de cangrejos. La venganza se come fría.

Otros se colgaron de los que iban para arriba y siguen ahí inamovibles, lo importante no es llegar sino permanecer, dice el dicho… algunos dinosaurios locales y otros saltamontes partidistas, dan fe de mis palabras.

Pero para la mayoría de nuestro país, la rueda de la vida esta tirada en el suelo, da vueltas, pero ni sube ni baja. Nos van a mandar a una cruzada contra el hambre para recuperar el santo pan, eso es bueno, siempre y cuando no se utilicen los programas para obtener favor electoral… (“quesque” sólo pasa en el Estado libre y Soberano de Veracruz de Ignacio de la Llave…dicen).

Y ya que estamos en campañas (no oficial, siguen pateándose bajo la mesa) resulta que aparecen asesores especialistas en todos los ámbitos, colores y sabores y que por una buena cantidad pueden desde escribirte discursos y decirte qué corbata te va bien, hasta manejar tu twitter y hacer “la estrategia de posicionamiento en medios masivos de comunicación” o “el proyecto de estructuras y células electorales para apoyo logístico en el transporte de simpatizantes de comunidades aisladas” (léase acarreo), todo por una sencilla y módica cuota de apoquinamiento quincenal acorde al nivel de “expertise” que blanda el asesor.

Estos asesores también están sujetos a las leyes de “la vuelta malévola” por lo que espero no pequen de soberbia y traten a la gente como les gustaría ser tratados, pues les recuerdo que a pesar de que ahora hablan al oído, mañana les pueden hacer oídos sordos y tan tan.

Cuando subas, sube sonriendo, con lealtad, respeto, honestidad y gratitud. Cuando bajes, la bajada será un paseo, no una caída estrepitosa.