Cuando el destino nos alcance

Quienes gustan de jugar ajedrez saben que siempre hay que tener en mente varios movimientos anticipados con diferentes escenarios previstos, acorde a las posibles reacciones del contrincante y trazando una estrategia que nos lleve al manejo de las piezas adecuadas y los pasos necesarios para lograr el triunfo. Si no se lleva el juego de esta manera, simplemente se reacciona conforme a cada movimiento del contrario y es muy probable que seamos vencidos porque jugamos el juego que nos hicieron seguir. En el ajedrez la diferencia entre el éxito y el fracaso está en anticiparnos y diseñar las estrategias para triunfar, no simplemente dejarnos llevar.

México se prepara para crecer y el desarrollo lo cimienta en un marco legal y clima adecuado para hacerlo; las tan esperadas reformas estructurales finalmente están saliendo no obstante los diferentes debates entre partidos y partes afectadas. Esta semana la Reforma Política y entrará a escena antes de cerrar el año la reforma clave del sexenio: la Reforma Energética.

Para muchos todos estos cambios se hicieron de manera muy burda o se precipitaron muchas veces, pero la realidad es que se ha tejido muy fino y se estructura toda una estrategia que dará un giro a la manera en como se ha conducido el país en las últimas décadas.

Quizá no todo nos agrade, también existe mucha oposición en las ideas y las formas, sin embargo, quirúrgicamente todo se comienza a adecuar; faltarán las reformas a muchas leyes secundarias que serán el marco operativo de muchos de estos cambios, pero para ello, si bien sería óptimo tener un consenso, no se requerirá de la participación y soporte de todos los partidos políticos en el congreso, con una simple mayoría se resolverá. Los que gustan de la política consideran que ese será el final del pacto, aunque siempre serán necesarios cabildeos y debates para enriquecer las ideas y generar equilibrios que no impongan absurdos.

El entorno económico ha sido debilitado por todos estos trabajos de fondo y 2013 cerrará con serias complicaciones financieras para muchas empresas y particulares. El subejercicio del gasto público, la incertidumbre respecto a las inversiones y la actuación de los estados del país con respecto al cambio de gobierno, no han facilitado las cosas.

Muchas cosas suceden pero debemos reconocer que no han sido improvisados los movimientos que ha realizado el nuevo gobierno, porque aún las contingencias presentadas han tenido sus planes B, C y D. Quiere decir que las piezas del ajedrez político y de ejercicio del poder ha tenido planeación y estrategia lo que le da una buena probabilidad de ser asertivo.

Las piezas ya han sido movidas hacia sus primeras casillas y puestas en posición para actuar y avanzan articulando una serie de estrategias que forman escenarios que son necesarios observar con minuciosidad.

La Reforma Energética es la pieza clave para la articulación del desarrollo, todos los escenarios se modifican de darse los cambios a como han sido planteados. Petróleos Mexicanos no se vende ni el petróleo pasará a pertenecer a los extranjeros o particulares como han sido los argumentos de la izquierda. Pero si es muy radical el cambio operativo que habrá y la forma en como las inversiones y el asociacionismo se dará dentro de la industria petrolera para generar riqueza en el país.  Por eso eran necesarias todas las reformas anteriores para que se tuviera el entorno adecuado para realizar esta restructuración legal del sector energético, que también alcanza a otras paraestatales como la Comisión Federal de Electricidad.

Siendo tan importante el sector energético y principalmente la industria petrolera para el país, definitivamente el papel que jugará el estado de Campeche en los próximos tiempos será estratégico. ¿Nos estamos preparando para ello? ¿Estamos alineando nuestras estrategias a la dinámica del país? ¿Estaremos a la altura de las circunstancias para capitalizar las inversiones?

En Campeche nos sucede mucho que vemos el árbol pero no vislumbramos el bosque; seguimos reclamando un trato justo de la federación y proponiendo nos mejoren las participaciones petroleras y otra serie de asuntos que en el esquema que ya se plantea para las nuevas reformas estructurales dejan en obsolescencia esas gestiones.

Hace casi dos décadas en el estado hablábamos de “Transformando Campeche”, hoy el gobierno federal habla de “Transformando México”, ¿En qué momento nos perdimos? ¿Cuándo dejamos de proponer? ¿Dónde quedó nuestra visión de futuro? Ese salto que pretendíamos dar a la modernidad con una actitud propositiva, repleto de iniciativas de gran alcance, trabajo efectivo y participativo de todos los sectores económicos, gobierno y academia, simplemente se diluyó. Quizá quedan algunos tristes esbozos.

Campeche es tan neurálgico para generar el crecimiento que México necesita, que si no adecuamos nuestra base económica con solidez y apuramos la estructuración de nuestro marco legal, clima de negocios, infraestructura económica, recursos humanos y redefinimos nuestra visión de futuro, nos veremos rebasados por las prioridades del resto del país y simplemente nuestro destino se resolverá de una manera centralizada y no seremos partícipes de nuestras propias
decisiones.

Entendamos algo con claridad, las inversiones que requiere el sector petrolero necesitan de una base de operaciones acorde a sus exigencias. La participación de la iniciativa privada nacional e internacional en todo lo relacionado a los hidrocarburos será exponencialmente incrementada, no se circunscribirá solo a la proveeduría de bienes y servicios, ahora se invertirán capitales que modificarán la forma de hacer negocios y generarán derramas económicas distintas a las que ahora
se observan.

El tablero de ajedrez de la economía del país está en Campeche y nosotros seguimos futureando solamente con la política. ¿Qué no vemos que las piezas están en
movimiento?