No suelo hablar de política, quizá porque no soy político, porque no me gusta la política y porque creo que la política es para los que saben de ella. Pues entonces platiquemos del tema desde el punto de vista de la economía y el desarrollo.
Es muy importante centrarnos en la relevancia que tienen los trabajos que se han realizado desde que comenzó la actual administración del Gobierno de la República; se construye el andamiaje y se ponen los cimientos donde se edifica el desarrollo de un México que se prepara a crecer y competir. Probablemente no todos los ciudadanos de nuestro país estén de acuerdo con las formas como se han realizado las cosas pero debemos reconocer que cada paso que se ha dado tiene solidez y conforma un camino muy definido.
Todo ha sido debidamente planeado y cuidado, las reformas estructurales que se han aprobando son la clave que define el desarrollo de México. El año cierra con la reforma que más interesa al nuevo gobierno federal, la Reforma Energética. ¿Por qué? Porque es la reforma que define la fuente principal de riqueza que echará a andar al país a través de la inversión, el empleo, la infraestructura y la obtención de recursos financieros que serán canalizados por las nuevas herramientas fiscales de la Reforma Financiera y que se plantean redistribuir para la reactivación de otros sectores de la economía mexicana.
¿Qué papel juega el estado de Campeche en todo esto? ¿Qué tiene que ver el juego político sucesorio en Campeche con lo que sucede en México? ¿Cómo nos impactarán los siguientes tiempos en la economía local? ¿Nosotros ciudadanos comunes qué interés podemos ver en todo este embrollo?
Si no alcanzamos a observar que hay un antes y un después de todo lo que ha pasado en el país este 2013, será muy difícil entender lo que va a suceder los próximos años en nuestra entidad. Estamos tan ensimismados con los problemas locales y a veces con cosas verdaderamente triviales que no percibimos que vivimos en el campo de batalla donde se generarán las futuras guerras económicas y sociales de México, y a partir de nuestro país para la economía global.
Escuchamos hasta el cansancio que Campeche aporta la producción de más del 80% del petróleo del país y 30% del gas natural; hablamos del trato injusto que la federación ha dado a nuestro estado en contraposición de su contribución al desarrollo de la industria petrolera. Pero la realidad es que en estos casi 35 años de gestiones y de la participación de múltiples actores de la política local en el reclamo diferentes momentos por mejores participaciones por el petróleo, poco ha sucedido.
De acuerdo con la Reforma Energética, la manera de explotar la riqueza petrolera del subsuelo cambiará radicalmente. PEMEX fungirá como una compañía más y estará a cargo de la explotación y producción que hasta hoy realiza, pero las empresas privadas nacionales y principalmente las internacionales ya no se restringirán solamente a ser proveedores de bienes y servicios para la industria petrolera como actualmente sucede y vemos sus operaciones en Ciudad del Carmen; ahora nuevas inversiones se realizarán en la explotación del petróleo en aguas profundas y se terminarán de explotar los pozos que por falta de tecnología no agotaron sus reservas, así como áreas pendientes de explorar en la misma sonda de Campeche. Así veremos en esta región del país a empresas trasnacionales estableciendo sus bases de operaciones y multiplicando de manera exponencial la actividad económica en nuestro territorio.
Por todo ello, más que siempre, los ojos del Gobierno Federal están puestos en Campeche. Nuestro estado es estratégico para lo que con ahínco se ha planeado, así como medular para generar el clima adecuado para la inversión y desarrollo que tanto importa al país.
Pronto serán tiempos electorales y habrá que renovarse la administración estatal y los municipios, los diputados federales y locales; quiere decir que las piezas claves de la administración y decisiones políticas de lo local serán cambiadas casi en su totalidad, por lo que tiene gran importancia que su renovación sea acorde al requerimiento de los tiempos que está viviendo México y esté a la altura de la capacidad de gestión y negociación que exigen las inversiones que se establecerán los próximos años en la entidad.
¿No piensa Usted que el margen de error permitido es muy pequeño? Hay mucho en riesgo y las malas decisiones podrían complicar todo por lo que se está luchando.
A pesar de la hegemonía de partidos que existe en México, hoy se sabe que la gente vota y con su voto decide. El partido en el poder ha tenido grandes sustos en Campeche y ha estado a punto de perder la gubernatura en varias ocasiones, y ha perdido alcaldías importantes ya en diversas ocasiones.
La posición estratégica que más preocupa al centro es la de gobernador. ¿Qué perfil requiere cumplir el próximo responsable del gobierno estatal? Obviamente debe ser una persona capaz de ganar una elección pero además debe tener las cualidades necesarias para procurar el crecimiento de la región, así como aterrizar las estrategias y objetivos que demanda el nuevo desarrollo petrolero. Tendrá que ser un facilitador y poseer la capacidad de trabajar de forma integrada con los demás representantes del desarrollo y las unidades económicas.
Deberá ser una persona muy cercana al Presidente y su equipo de trabajo estratégico, alguien que cumpla al pie de la letra con tan importantes tareas, que represente los intereses de la nación y que esté a la altura de las circunstancias.
¿Quedarán a un lado compadrazgos, cuestiones de género o que a alguien le toque ya? Lo cierto es que la decisión será centralizada y tendrá que estar dentro de un marco estratégico económico más que político. ¿Quién podrá cubrir con el perfil adecuado?