Raúl Sales Heredia
Palabras Altisonantes
Raúl Sales Heredia

Tiene formación como contador público y se ha desempeñado en diversos campos que van desde la docencia hasta la consultoría financiera, pasando en diversos momentos por el periodismo. Actualmente es vicepresidente de la Fundación Avanza.

@RSalesH

Cambiar al mundo

Voces, Viernes 23 enero, 2015 a las 2:38 pm

En el café, en los chats, en la televisión, en las reuniones de amigos y no tan amigos, en la calle, en fin, en redes sociales, en fin, en cada lugar a donde vayas se habla de política, bueno, se habla de grilla porque la política es generación de consenso entre diferentes puntos de vista para la creación de un bien común; la grilla, por su parte, solo habla de fulanito, menganito y perenganito y de lo que ellos significan para el que abre la boca, nunca por lo que veo y escucho, lo que significaría para la mejora del estado.

En el sentido de que hay que ciudadanizar a los partidos y a sus abanderados y no partidizar a los ciudadanos, es que debemos de tener perfectamente claro qué es lo que queremos como estado, cómo alcanzarlo y, sumamente importante, de qué forma participaremos.

Echarle la culpa de todos los males que nos aquejan al gobierno es no asumir nuestra parte de la responsabilidad y querer que ellos nos resuelvan todo también. Para cambiar nuestro entorno, necesitamos cambiar nosotros. Debemos ser capaces de actuar para y por los demás.

La verdad es un diamante de muchas caras, generalmente solo vemos una y no analizamos qué hay detrás. Ejemplo: Camino a mi trabajo, en el cruce frente a la universidad se me acerca un niño de unos 9 ó 10 años vendiendo periódicos. En ese momento, lo primero que pienso es, este niño debería estar estudiando, es contra la ley que un menor trabaje y aparte con riesgo, pues está en un cruce, debo hacer algo. Me estaciono en el la tienda de conveniencia de la esquina para platicar con él y entonces pienso si no es mejor para él trabajar como voceador que pedir dinero poniendo cara de dolor. Este tipo de cuestiones, todos los días las vemos pero, no las vemos, hacemos como que no existe y seguimos con nuestra vida como si nada ¿Y si fuera mi hijo? ¿Qué haría? ¿Y si su necesidad es mucha? ¿Y si tiene un familiar enfermo? No lo conozco, no puedo saberlo. Entro a la tienda, compro un café y un jugo, me acercó al niño en cuestión, le pido un diario y le pago poco más del doble de lo que cuesta, quizá así no se preocupará por si vende o no vende. Después le digo, me sobró este jugo (nunca le diré que lo compré expresamente para él pues quizá podría ofenderse o en este país de paranoicos, no aceptarlo), ¿lo quieres? Lo acepta y me da las gracias mientras lo deja con sus cosas y va hacia los vehículos a trabajar.

No sé que hacer, un menor no debería estar trabajando pero, estar trabajando es mejor que andar mendigando. No puedo cambiar su mundo, no sé que hacer…

No puedo cambiar el mundo de los demás de manera inmediata, pero puedo cambiar el mío, puedo cambiar mi enfoque, puedo dar mi mayor esfuerzo por y para los demás. No, no puedo… ¡Debo! dar mi máximo esfuerzo y olvidarme si la culpa es del gobierno, del vecino o del enemigo…la culpa es de todos y de nadie…no hay culpa, hay área de oportunidad. No necesito esperar a que salgan candidatos a decirme como resolver mis problemas. ¡No! yo tengo que decirle a mis candidatos como quiero que administren, para que yo pueda ocuparme en resolver mis propios problemas y de paso con mis ideas y mis acciones, el gobierno resuelva los de mi calle, colonia, municipio, estado y país pues si yo cambio mi forma de ver las cosas, cambiaré mi mundo y exigiré más de aquellos que puse a administrar y si de esta forma, tendré la posibilidad de analizar como podría encontrar la forma de que un niño en un cruce de calle pueda dejar de lado los periódicos que vende y tomar libros para leer y aprender y mejorar su vida y mejorar su sociedad y cambiar su mundo… cambiar al mundo.